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reflexiones sobre administración pública inteligente

miércoles, 14 de marzo de 2012

CPP: el reto de compartir objetivos



Dentro de la actividad que viene desarrollando el Club Dirección Pública de ESADE ayer celebramos una evento dedicado a la colaboración público-privada en el ámbito de la innovacion. La CPP es una de nuestras líneas de trabajo y procuramos organizar un acto al año referente a este asunto. El invitado fue Alejandro Arranz, director de Innovación y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Madrid, que nos explicó el proyecto Madrid Catedral de Nuevas Tecnologías.

No me voy a referir en este post a los detalles del proyecto. Los podéis consultar en la web. Me interesa destacar cuál fue la experiencia que Alejandro nos contó en el desarrollo del mismo.

En primer lugar, la necesidad (objetivos). Desde el punto de vista de la Administración el proyecto responde a un interés público: la recuperación de un espacio urbano degradado para a partir de aquí, promocionar la innovación, favorecer una cultura empresarial que estimule el emprendimiento y contribuir al crecimiento del tejido empresarial en sectores de alto valor añadido. Para crear este valor público se ha realizado una importante inversión cuyo retorno difícilmente podrá ser medido con los parámetros habituales que se manejan en el sector privado.

Una cuestión importante y siempre delicada en las CPP - todavía no resuelta en este proyecto- es la capacidad de atraer a socios privados y , sobre todo, hablar todos un mismo lenguaje para poder alcanzar objetivos compartidos a largo plazo. Una vez la infraestructura está prácticamente terminada el reto es darle contenido. En este sentido el enfoque ha ido variando con el tiempo: inicialmente se concibió como un espacio para que grandes empresas del sector mostraran sus capacidades; posteriormente como espacio de encuentro entre tecnología y ciudadanos; finalmente como un centro que facilite el ecosistema necesario donde emprendedores, académicos, clubs de innovación y otros actores puedan interactuar. Este último es el enfoque actual, un enfoque abierto donde la intención del Ayuntamiento no es tutelar la infraestructura sino facilitar los cauces para que la iniciativa privada le dé el uso más oportuno.

Por último, una mención a la complejidad jurídica y al excesivo alargamiento de plazos del proyecto. Según Alejandro casi lo más fácil ha sido hacer la obra. Las dificultades derivadas por la quiebra de la empresa que ocupaba la fábrica sobre la que se asienta La Catedral y la posterior ordenación urbanística han costado casi 8 años. Tiempo que él mismo nos reconoció como excesivo para proyectos de este tipo. No me extraña tantos cambios de enfoque en este enfoque.

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