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reflexiones sobre administración pública inteligente

miércoles, 1 de octubre de 2008

La justicia entre ceja y ceja


Tengo que reconocer que tengo a la justicia entre ceja y ceja. Me explico: como muchos ciudadanos, no puedo entender cómo en un país desarrollado como el nuestro podemos haber llegado al siglo XXI con una justicia funcionando como si fuera del siglo XIX. Y eso me molesta. El otro día, un amigo que está inmerso en un procedimiento judicial me cuenta una anécdota más que, por ser habitual, no deja de ser significativa. Resulta que el caso de mi amigo está en un juzgado de una localidad diferente a donde reside. Su abogado, como es natural, se dirige a dicho juzgado, se identifica, y solicita se le envíe la información del caso para poder empezar a prepararlo. El funcionario, con tono altivo, le indica que debe personarse físicamente en el juzgado para poder obtener copia del expediente. Es decir, el abogado debe desplazarse a cientos de kilómetros de distancia, perder un día de trabajo y gastar un dinero para obtener una información que le permita defender a su representado. Eso se llama facilitar las cosas a los ciudadanos.

En estas andamos..... Mientras acaba de tomar posesión el politizadísimo Consejo General del Poder Judicial pactado por los partidos mayoritarios. Ver las imágenes con la mesa del Consejo llena de unas torres de papeles que apenas dejan ver las cabezas de sus vocales (en el caso de los más bajitos como Marga Uría ni eso) da repelús. En otro orden de cosas, los partidos mayoritarios continúan a ver si logran aprobar un nuevo Plan de Modernización (¿y van...?); mientras el Gobierno asigna la nada despreciable subida de un 6% en el presupuesto del Ministerio de Justicia (en los tiempos de austeridad que corren no está mal), que veremos cómo se gestiona y para qué da (si no hay voluntad, con dinero no es suficiente)

Para finalizar, traigo un "notición" que leo en El País de hoy: "La Audiencia Nacional implanta el sistema que permite presentar escritos y notificaciones on-line". ¡Toda una revolución!

2 comentarios:

Manu dijo...

El sistema de justicia es,...¿cómo decirlo? Decimonónico. ¿Cómo hablarles de gestión del conocimeinto cuando es evidente que fallos de infusticia flagrante son debidos a que no tienen la menor coordinación entre juzgados, casos, sentencias, etc? Un funcionamiento basado en papeles, en registros, en firmas, en levantar acta,....como si fuera el siglo XIX. Un funcionamiento que, además, retrasa hasta el absurdo la prestación de justicia. Precisamente por eso haría falta una gran inversión en medios. Porque además, esa inversión generaría bienestar a las ciudadanos particulares y al mundo económico daría mayor agilidad y mayor seguridad jurídica, claves para favorecer la inversión privada, la atracción de capitales, la movilización de proyectos, etc.

Emilio García García dijo...

También es triste que un registro telemático se convierta en noticia a estas alturas de la película.