Las privatizaciones y AENA
En los últimos días hemos oido que el Gobierno está preparando un plan para reestructurar AENA, la entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona los aeropuertos españoles y el control de la navegación aérea. Dicha reestructuración consiste en la segregación de la actual AENA en dos entes diferentes: el primero, destinado a la gestión aeroporturia, adquirirá previsiblemente la forma jurídica de sociedad mercantil en la que habrá una participación privada, minoritaria en un principio (hablan de un 30%); además, dentro de dicha sociedad "paraguas" cada uno de los aeropuertos se gestionaría por consorcios en los que participarían otras instituciones (CCAA, ayuntamientos, etc). El segundo organismo se encargaría de la parte de control y navegación y mantendría su titularidad pública al 100%. Se pretende anunciar el plan definitivo durante este mes de julio. Hasta aquí lo que conocemos.
- Que el funcionamiento de la entidad pública que presta el servicio no sea satisfactorio, en cuanto a la calidad del servicio, su eficiencia o el elevado coste que suponga para los ususarios.
- Que dicha entidad sea un lastre para las arcas públicas (deficitaria) o suponga un foco permanente de conflictos que la hagan difícilmente gestionable.
- Que la hucha administrativa necesite fondos y haya que recurrir a enajenar participaciones.
- Que en casos de entidades públicas que operan en mercados competitivos, su presencia esté provocando serias distorsiones a los mismos.
- Que el valor público proporcionado en otros tiempos por la entidad haya dejado de ser tal o carezca de sentido.
2 comentarios:
No hay que demonizar las privatizaciones. Lo que hay que hacer es acompañarlas de mecanismos de control (y sanción) eficaces para evitar que los servicios públicos pierdan su esencia y no se minusvaloren para el ciudadano. Tenemos reciente el caso de las sanciones a REE y Endesa por los apagones electricos, que ponen de manifiesto que no existían (¿existen ya?) dichos mecanismos de control. Cuando hay sanción es que falló la supervisión, y esta siempre debe corresponder a la Administración.
Cuando el daño está hecho no existe el remedio absolutamenete eficaz. La sanción es un castigo y algunas veces puede provocar mas daño si es desmesurada o incitar a nuevas si es benévola.
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