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reflexiones sobre administración pública inteligente

lunes, 28 de enero de 2008

Las empresas y el valor de lo público


Leo en un artículo Luis de Sebastián del que extracto lo siguiente:

lo que garantiza el éxito de la actividad empresarial es el aumento de los bienes públicos: la ley y el orden, la educación en todos sus niveles, las comunicaciones y la eficiencia de las Administraciones. Todas estas cosas proporcionan valiosas "externalidades" a las empresas y a los individuos que quieren comenzar una aventura empresarial.

Habitualmente solemos hablar de los ciudadanos como foco principal de la actividad pública. Pero, ¿y las empresas? Son evidentemente actores fundamentales en cuanto receptores de servicios públicos, sujetos activos de la regulación, pagadores de impuestos, prestadores de servicios públicos (externalizados o privatizados), y un nuevo rol cada vez más interesante en la gestión pública relacional de corresponsabilidad, complementación y cooperación con la Administración.

Desde la perspectiva de la Administración la necesidad de implicación del sector privado cada vez es mayor: para poder tener una producción pública más potente con los mismos presupuestos, para poder "importar" diversos elementos (no, evidentemente, mediante un simple "copiar-pegar" sino con las adaptaciones oportunas a las particularidades de lo público) o para recabar la asistencia de profesionales más especializados en ciertas materias.

Desde la perspectiva de la empresa se escuchan numerosas ocasiones diversos tipos de demandas a la Administración: desde peticiones de una Administración ágil, sencilla eficaz y eficiente, responsable y profesional (que para eso se juegan los euros y la ganancia puede depender de ello); hasta las de una reducción a lo mínimo del papel de lo público y una apuesta decidida por la gestión privada de sus servicios (que para eso aquí puede haber negocio).

Más o menos acertadas pero todas ellas legítimas. Y con la necesidad imperiosa, como decía Luis de Sebastián de disponer de un contexto público e institucional consistente que garantice las condiciones adecuadas para un desarrollo satisfactorio de la actividad empresarial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una Administración que funcione bien es un factor importante de competitividad. Y todavía queda mucho por hacer para conseguir esa Administración, como bien sabes. Sin embargo, parece que ahora a los políticos les sobra el dinero. A algunos a razón de 400 euros por contribuyente. Mejor sería devolver el dinero en especias, vía buen funcionamiento de las administraciones. Pero, claro, es más difícil y menos electoralista. ¡Que pena!

Andrés Morey Juan dijo...

Creo que un buen ejemplo en torno a estas cuestiones es el que se ofrece en la Ley de Contratos del Sector Público que en el punto 3 de su Exposición de Motivos hace referencia al "diálogo competitivo" que se traduce en una figura de contratos de colaboración entre el sector público y el sector privado, que pueden ser una vía también de contribuir en la adecuada confección de los pliegos de prescripciones técnicas evitando ventajas en favor de empresas determinadas o de los que ya son concesionarios cara a adjudicaciones futuras.