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reflexiones sobre administración pública inteligente
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martes, 15 de enero de 2019

En 2019 hablaremos sobre....

Resultado de imaxes para 2019Hace unas semanas comenzamos el nuevo año, momento siempre propicio para manifestar buenos própositos y plantearse retos inmediatos para los próximos meses que han de venir. Abundan por estas fechas los balances del año que acaba y las perspectivas o retos para el año que comienza.

Aprovechamos que la temática de este blog es sobre el sector público para indicar algunas cuestiones sobre las que se continuará hablando en 2019 en este ámbito.

En 2019 se hablará de despolitizar la función directiva en las Administraciones públicas. Es un debate recurrente que adquiere mayor intensidad cada vez que hay cambios de gobierno. El escenario electoral con municipales, autonómicas y quién sabe si generales propiciará unos cuantos. Y ya sabemos que cuando hay relevos, los buenos propósitos abundan siendo uno de ellos el de la profesionalización. Luego ya pasaremos del dicho al hecho que es otra historia. 

En 2019 se hablará de políticas de igualdad en el sector público. Conciliación, igualdad efectiva entre hombres y mujeres, el acceso de la mujer a los puestos directivos, etc. son asuntos que preocupan y han llegado para quedarse. La entrevista el otro día al secretario de Estado de Función Pública es toda una declaración de intenciones. 

En 2019 se hablará de la robotización de la Administración. Bajo este titular hay mucha miga: la aplicación de la inteligencia artificial o el blockchain al sector público está ya iniciándose pero es un camino en el que queda mucho por recorrer. La automatización de procesos, simplificación de tareas, refuerzo de las garantías, eficiencia de costes son parte de esas enormes expectativas generadas , que tendrán que convivir con el realismo de una madurez tecnológica que está por llegar y con toda la pléyade de impactos legales, éticos, organizativos y de gestión de personas con los que habrá que lidiar.

En 2019 se hablará de la captación de talento en el sector público. El reclutamiento y retención de profesionales públicos va a convertirse en un asunto estratégico dentro de la gestión pública. No ya sólo por el envejecimiento de unas plantillas que habrá que renovar, sino porque la digitalización pondrá más en evidencia el sistema actual de gestión de personas cuyo corsé impide que la Administración pueda contar con los mejores. Un coste demasiado alto que acabaremos pagando todos si no se aborda una reforma valiente de la política de gestión de personas.

El 2019 se hablará de Agenda 2030. La Agenda 2030 es una fuente inagotable de discurso, acciones y estrategias. Las políticas públicas que han de impulsarse desde las Administraciones están plenamente condicionadas por el cumplimiento de las obligaciones de la Agenda. Por otra parte las organizaciones públicas estarán sujetas a mandatos de dichas políticas que habrán de cumplir o supervisar que cumplan los actores privados que con ellas interactúan.

En 2019 se hablará de coproducción de servicios. Especialmente a nivel municipal serán cada vez más las iniciativas de innovación abierta en las que veremos una implicación cada vez mayor de la sociedad civil o mercantil. Nuevos enfoques como el design thinking o las metodologías ágiles irán avanzando dentro de la gestión pública para atender la dificultad de proporcionar mejores servicios en el menor tiempo posible.

En 2019 se hablará de municipalización o privatización. De nuevo el escenario electoral será el culpable de que reaparezca  un debate siempre abierto que, aunque de tintes ideológicos, nos encontramos con sorpresas: existen posiciones de la izquierda que defiendan la participación privada en la prestación de servicios públicos y viceversa, posiciones conservadoras que defienden servicios públicos prestados desde la Administración. Cuestiones como sostenibilidad, eficiencia, calidad de servicios y, en definitiva, buena gestión pública están sobre la mesa.

En 2019 se hablará del Consejo de Transparencia.  De transparencia se viene hablando diez años de forma recurrente y es el motivo de que haya habido avances. Pero estamos en un momento clave con asuntos en los que se demanda transparencia atascados, limitaciones constantes al derecho de información y un Consejo de Transparencia muy tocado, con una dirección interina y estrangulado presupuestariamente.



jueves, 18 de junio de 2015

Lo público desde lo privado. Cinco consejos.


"Lo público es complejo, y cada vez más". ESta afirmación no siempre es comprendida o compartida por una gran parte de la sociedad. No son pocos los que intentan enjuiciar la performance pública bajo los parámetros de la gestión privada llegando incluso a equiparar una determinada institución y sus dirigentes con una empresa a cuyo frente se encuentra su correspondiente presidente o consejero delegado. Reduccionismo simplista, desconocimiento o simplemente intenciones interesadas de confundir lo público y lo privado. Ambos, mundos cada vez más condenados a entenderse , a colaborar y a apoyarse mutuamente para afrontar los retos que tienen por delante.

No es extraño escuchar comentarios del tipo "lo que necesita la Administración es tener al frente empresarios o directivos de empresa con trayectorias de éxito". No sé muy bien si esta es una receta de éxito asegurado. Posiblemente en determinados casos funcione, y en otros no. Dependerá de las circunstancias, del ámbito de gestión, del profesional, y de la magnitud de la tarea que le hayan encomendado.  A todos aquellos que tengan la oportunidad y se animen me atrevería a darles cinco ítems clave que no deberían olvidar:

  1.  El componente político existirá siempre y es diferenciador. Inexorablemente esto tiene como consecuencia que las soluciones casi nunca son las ideales y que la eficiencia en la gestión se ve condicionada por decisiones, equilibrios de poder, entorno, tiempos. En lo público no siempre puedes hacer lo que crees o te gustaría hacer.
  2. El alineamiento entre liderazgo político y liderazgo técnico. Es una de las claves del éxito. Pero es complicado encontrarlo. Se puede entrar con fuerza al frente de una institución, con una importante carga de liderazgo político, pero si liderazgo técnico brilla por su ausencia los proyectos no salen. Quien no sea consciente y no comprenda esta circunstancia se puede estrellar.
  3. Conectar la realidad mental con la realidad formal, institucional. Las Administraciones tienen su ADN propio basado en muchas ocasiones en elementos de cultura formal e informal que es preciso gestionar y conocer. El rechazo al "paracaidista" se da por descontado y las palancas de las que se dispone para atenuarlo no son excesivas. Nada mejor que buenas dosis de humildad, respeto y anteponer el interés general.
  4. Los estímulos, son los que son. Y no precisamente monetarios o de tipo "burning plaform" (el miedo al despido). De ahí que es preciso conocer lo que funciona y lo que no, saber manejar gestos, emociones. Las actitudes de tacañería, rigidez y obsesion por el control, lejos de ayudar te restarán eficacia y capacidad de tirar adelante cuando lo necesites.
  5. Tú te irás, otros se quedarán. Tus tiempos por tanto no serán los de tu equipo por lo que tendrás que apostar a corto-medio pero ilusionar a largo. No pasa nada por dejar proyectos encarrilados que terminen otros, eso ya es un buen resultado. Trabajar con visión es siempre más y menor reconocido, más y mejor aceptado.

miércoles, 14 de enero de 2015

El reto estratégico de TIC+derecho en lo público

La tecnología y el derecho van a velocidades sustancialmente distintas. Que la primera vaya a la velocidad de la luz y el segundo a un ritmo lento no es algo mejor ni peor, simplemente es una constatación que además puede que con todo el sentido del mundo.

Sin embargo, la transformación de las Administraciones públicas demanda que haya un  acompañamiento y coordinación entre la tecnología y el derecho. De nada sirve que tengamos todas las posibilidades tecnológicas del mundo si luego hay unas leyes que imponen hacer las cosas de una determinada manera. Igualmente el derecho es el equilibro necesario para algunos de los desmanes que pueden provocar las TIC.

El problema viene cuando no hay equilibrio; es decir, cuando desde el derecho se utiliza la norma como parapeto contra la innovación y se mantiene el obcecamiento en formas de trabajar del siglo pasado. O cuando desde planteamientos exclusivamente tecnológicos se ignora la necesidad de mantener las garantías y la legalidad.

Lo que sí es cierto es que los tiempos que corren llevan a replantearse muchas cosas, también a nivel jurídico y que es preciso innovar en este sentido para buscar nuevas formas de dar soporte legal a las nuevas oportunidades que abren las TIC. Cuando la respuesta a una innovación tecnológica es que no es posible implementarla porque no lo permite la ley, la siguiente pregunta es ¿qué impide cambiar la ley? y ¿por qué no se estudia cómo dar respaldo legal a dicha innovación?.

El futuro en la Administración pública no se concibe si un enfoque estratégico diferente que ponga a trabajar de manera conjunta en el diseño de servicios y de normativas a los profesionales jurídicos y a los profesionales TIC. En algunos sitios como AEAT y SS ya hace tiempo que lo están haciendo. En otros , lo estamos intentando.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

#ogov y el shock de voluntad

La solución a cualquier problema público pasa por tres etapas: 1) que exista la necesidad; 2) que se disponga de los instrumentos para resolverlo; 3) que haya voluntad (política y administrativa) para resolverlo.

El espinoso asunto de la regeneración democrática entra y sale de los primeros lugares de la agenda política al gusto del gobierno de turno y de las circunstancias de cada momento. Ahora vuelve a estar de moda con la puesta sobre la mesa (de nuevo) del plan de regeneración democrática.

Sin entrar a valorar estas tácticas políticas, lo cierto es que la ciudadanía pide cambios profundos en la forma de hacer política. Mayor transparencia , más posibilidades de participar  y de contribuir. Que se pida opinión y ésta sea en mayor medida tenida en cuenta dentro de las diferentes fases del ciclo de políticas públicas. Eso al menos indican los estudios sociológicos y está ahí en el estado de opinión general del país. La necesidad, por tanto, existe y es conocida.

Los instrumentos también. En nuestro país, la tentación siempre es empezar la casa haciendo leyes, creando una base legal. Aunque en este caso no es lo importante ya se ha generado una cierta infraestructura legal. Existen otros instrumentos, los tecnológicos, que permiten de manera sencilla la bidireccionalidad cambiando radicalmente la forma de relación y otorgando un papel protagonista al ciudadano. Las posibilidades en cuestiones como transparencia (política y administrativa) y participación ciudadana son amplias. Hasta ahora la utilización de estos instrumentos del siglo XXI se viene haciendo con tics del siglo XX; por no querer o por no saber, pero lo cierto es que es un gran error: no avanzamos y seguimos en las mismas, acentuando la frustración y el desencanto de la ciudadanía. Por otra parte la digestión de la toda la información generada por parte de la Administración exig
e nuevas estructuras, nuevos flujos de gestión de misma y patrones de actuación diferentes. La teoría ahí está, dispuesta a ser llevada a la práctica por algún valiente.

¿Qué falla pues? ¿Qué impide profundizar en la democracia deliberativa y en el gobierno abierto si hoy es más necesario y posible que nunca? Obviamente la tercera pata de esta mesa: la voluntad, y no sólo política también administrativa. Hablamos de una transformación que afecta a las estructuras de poder de políticos y funcionarios, al statu-quo y los intereses creados. De ahí, las enormes resistencias y que la realidad sea hasta hora un buen cúmulo de fuegos de artificio (anuncios, comisiones, leyes, nuevos perfiles en redes sociales, etc...) pero una frágil institucionalización . Este es el reto, pero para ello hace falta un shock de voluntad.

miércoles, 2 de julio de 2014

#CORA, ¿mola?

Pasan los meses y el proyecto para la Reforma de la Administración (CORA) sigue su curso. Se van poniendo en marcha diversas medidas cuya ejecución, en parte, conocemos por el informe trimestral de la Oficina para la Ejecución de CORA (OPERA). Una de las más últimas se está debatiendo en la actualidad: la Ley para la Reforma del Sector Público, una especie de totum-revolutum en la que lo mismo se habla de supresión de entidades, que de devolución de moscosos, que de movilidad del personal militar, que de temas medioambientales, ferroviarios, etc....

Pero está pasando desapercibido uno de los aspectos más relevantes del proyecto puesto en marcha por el Gobierno: la reforma en la gobernanza TIC de la AGE. Lejos de medidas puntuales y necesarias como la simplificación y mejora de procesos que permite la Administración electrónica, la nueva gobernanza TIC de la AGE debería contemplar un alcance ambicioso y con visión que otorgara a las TIC un rol relevante en la acción pública estatal contribuyendo a la estrategia de gobierno en la creación de valor público así como una mayor eficiencia en la gestión de los recursos TIC, desde el personal destinado a estas tareas hasta las inversiones en infraestructuras y desarrollos.

Ya dijimos en su día que la creación del CIO AGE en septiembre de 2013 era un paso necesario pero del todo insuficiente. La cuestión, decíamos, no es que exista esta figura y que sea ocupada por un buen profesional sino el margen de maniobra que pueda tener para poner en marcha su proyecto. Es decir, que sonando bien la música de dicho proyecto, que es conocida y está bien tirada, no es suficiente porque lo difícil será la letra, los detalles, los puntos de apoyo a la hora de ponerlo en marcha. De ahí que lo denunciado por ASTIC, la asociación de funcionarios TIC de la AGE, respecto a la paralización de gran parte de lo que hay en CORA referente a este asunto no nos deba sorprender.

Es en estos momentos, al poner encima de la mesa planteamientos que rompan con las clásicas incercias administrativas cuando ese apoyo político al máximo nivel que respalda CORA es más necesario para desatascar y neutralizar los puntos de veto que gran parte de las inciativas referentes a la reforma TIC de la AGE están encontrando.

Pero es ahí donde se ponen de manifiesto las incongruencias de un proyecto, sobre el papel ambicioso, pero que en la práctica cuando al mirar hacia dentro y de sudar la camiseta para cambiar la Administración en aspectos relevantes -gobernanza TIC, por ejemplo- se trata,  CORA, para el político, no mola.

Y lo relevante,  lo complejo que suponga transformar,  no sale adelante. Lo fácil, que además se pueda explicar bien, sí. Eso sí que mola.

lunes, 26 de mayo de 2014

¿Podemos?

Nuestro sector público tiene el reto de ponerse al día rápidamente. Un reto mayúsculo, pero irrenunciable. ¿Quién es el responsable de ello? Creo que todos: los ciudadanos deben exigirlo, puesto que está en juego - por ejemplo - algo tan simple que se entiende fácilmente como la gestión de su dinero; las empresas, porque su actividad económica viene condicionada por lo público días tras día. Los empleados públicos, por su propia responsabilidad y compromiso con el juramento o promesa que adquirieron en su toma de posesión. Y los políticos, porque los elegimos precisamente para dirigir lo común y no hay nada más común que la estructura de la que se dota una sociedad para convertir su aportación (impuestos) en valor que contribuya al progreso.

La reforma de lo público tiene pues que estar de forma permanente en la agenda política del gobierno de turno. Reformar para mejorar; reformar para fortalecer; reformar para dotar de músculo y capacidades, que no para liquidar lentamente de forma más o menos disimulada. Ese debe ser el objetivo de una política reformista que, como dije anteriormente, debe ser un continuo en el tiempo (aunque su intensidad pueda variar).

Persistir es pues uno de los secretos de un éxito tan difícil de lograr como necesario. El gobierno actual ha hecho un esfuerzo poniendo en marcha CORA pero deja en el tintero aspectos clave que, de momento, no asoman por ninguna parte. He aquí cinco ejemplos:

  1. ¿Es posible..... un cambio en la forma de selección de los empleados públicos?
  2. ¿Es posible .... dotarse de sistemas eficaces sistemas de escucha activa para alinear políticas con las necesidades ciudadanas
  3. ¿Es posible .... incorporar las redes sociales en el proceso deliberativo de las políticas públicas?
  4. ¿Es posible.... que se apruebe un Estatuto para la Dirección Pública Profesional?
  5. ¿Es posible .... una reforma integral de la ley del procedimiento administrativo?

¿No se puede o no se quiere? ¿Ignorancia o intencionalidad? ¿Atenazados por intereses creados o no se ve oportuno en estos momentos? ¿Desconocimiento de la necesidad u
oposición deliberada a un reequilibrio en la relación de poder ciudadanos-política-Administración?

martes, 20 de mayo de 2014

Burocracias gruyère

Las burocracias públicas cada vez me recuerdan más a quesos gruyère. De tan absolutos y dominantes que son su cultura, convicciones, usos y costumbres, que les empiezan a aparecer agujeros cuando han de enfrentar las complejidades plantean las sociedades modernas.

Estos agujeros o goteras, como queráis llamarlo, a la vista son poco visibles pero se van poniendo poco a poco de manifiesto cuando las respuestas de la acción pública adolecen de eficacia y eficiencia. En los tiempos que corren donde todo se mira con lupa y todo se cuestiona - y más en lo público- este proceso de deterioro y cuestionamiento es más intenso todavía.

El cambio, tapar las goteras, pasa no sólo por modificar las actitudes sino incluso por algo más efectivo, por cambiar los comportamientos e incluso por modificar el vocabulario, la jerga administrativa, los términos que utilizamos para referirnos a las cosas.

Efectivamente el lenguaje no es neutro y ante nuevos escenarios es preciso incorporar un nuevo repertorio de términos que sirvan para introducir un poco de aire fresco en las anquilosadas y arcaicas estructuras administrativas.

Por poneros unos ejemplos. No es lo mismo.............

  • Hablar de servicios que de trámites,
  • Hablar de proyectos que de programas,
  • Hablar de incentivos que de controles,
  • Hablar de liderazgo que de mando,
  • Hablar de visión que de plan,
  • Hablar de inprendedores que de burócratas,
  • Hablar de profesionales que de funcionarios,
  • Hablar de colaboración que de suficiencia,
  • Hablar de redes que de jerarquía,
  • Hablar de valores que de normas,
  • Hablar de impulsar que de esperar ............................
Podríamos seguir pero mejor lo dejo para la conferencia que el próximo viernes impartiré en el V Congreso para la Excelencia en la Gestión de las Administraciones públicas que organiza Q-Epea, la asociación de entidades vascas.

Allí hablaré de cambio en la Administración, si es posible, en qué y cómo llevarlo a cabo.  El lenguaje es uno de los caminos. Necesario, pero no el único
.

lunes, 5 de mayo de 2014

El Estado "antifrágil"

De pavoroso califican algunos medios de comunicación el futuro que nos espera en las próximas décadas según describe el informe España en el Mundo 20133 elaborado por ESADE Geo y PWC, del que también se hace eco Antonio Díaz en un debate que ha abierto en Novagob. Lo podéis conocer y valorar accediendo a los links.

Pavoroso o no, lo que sí apuntan éste y otros informes es la sucesión de cambios sistémicos que se van produciendo en la sociedad, economía, política, etc. como consecuencia de la crisis o con ésta como pretexto, quién sabe. Por ejemplo, el informe Global Risks 2014, Ninth Edition (World Economic Forum) habla de desempleo y subempleo estructuralmente alto, importante disparidad de rentas, crisis relacionadas con recursos básicos (agua, alimentación, etc.), fenómenos meteorológicos extremos, fracaso de la gobernanza mundial y profunda inestabilidad social y económica.  Global Trends 2030: Alternative Worlds, añade como  principales tendencias que marcarán el siglo, al menos hasta 2030, el “empoderamiento de los individuos, el poder difuso, los nuevos patrones demográficos y el creciente nexo entre alimentos, agua y energía, y su relación con el cambio climático”.

A buen seguro que este panorama de oportunidades pero también de inquietantes amenzas como la desigualdad, precariedad, desempleo que pueden cronificarse en las sociedades occidentales (en España ya lo vemos), acabará teniendo efectos políticos sobre los territorios más afectados y, por ende, efectos sobre su sector público y el rol que éste viene destinado a desempeñar. Si la Administración nació como instrumento para maximizar el bienestar social podríamos pensar que en un escenario de escasez y desigualdad la Administración tendrá que actuar para maximizar las oportunidades de las personas y corregir las crecientes brechas y efectos colaterales provocados por la globalización.

En este sentido podría darse el escenario de que frente a aquellos que pronostican la vuelta a un Estado marginal que intervenga poco y vigile más cuyo rol central vuelva a ser la autoridad y la regulación frente a la provisión masiva de bienes públicos, otros como Taleb, N. apuestan por un Estado antifrágil que no sólo se recupera sino que sale fortalecido del caos y la incertidumbre con roles reforzados: cemento social (cohesionador de la desigualdad), corrector de desequilibrios (dumping social), redistribuidor (no sólo a través de rentas sino mediante nuevas y buenas prestaciones), proactivo (anticipa a demandas ciudadanas desde el primer minuto), colaborativo y abierto.




A día de hoy es difícil de pronosticar. Aunque el Estado marginal asoma poco a poco la patita, serán los ciudadanos, la sociedad, con su capacidad de actuar quien tiene en buena parte la respuesta. Conformismo o la movilización. Ese es el quid de la cuestión. Uno u otro nos llevan a escenarios diferentes....... esperemos que menos pavorosos de los que plantean los reputados analistas que elaboran los informes de tendencias.

martes, 11 de marzo de 2014

Inprendedores digitales y realismo institucional

El ecosistema digital es un espacio infinito donde conviven profesionales de gran talento que además están dispuestos a compartirlo. Ello facilita que abunden ideas, propuestas, reflexiones, etc. que gracias a la difusión, el debate, y el acceso libre al conocimiento que permiten las redes sociales se generen un amplio abanico de estados de opinión que poco a poco tienden a cuajar en ideas marco compartidas, paradigmas de cambio, en cierta medida transgresores y revolucionarios. Pocos dudan pues en estos momentos que lo digital es un enorme laboratorio de innovación; incluso algunos de los más reacios a todo lo que suene a tecnología van dando poquito a poco pasos de entrada en este mundillo.

En lo que se refiere a lo público, las cada vez más amplias comunidades que se estructuran en torno al
asunto de la Administración están formadas por personas a las que, estando en una similar "longitud de onda", nos resulta relativamente sencillo conectar y compartir puntos de vista en todo lo que tiene que ver con el cambio , la innovación y el desarrollo de nuevos modelos de política y Administración.

Llegados a este punto, el riesgo de "guettos endogámicos" es evidente y en cierto modo inevitable. Por ello veo necesario insistir en la necesidad , no sólo de que la comunidad crezca - eso es algo que ocurre todos los días de forma espontánea y natural por lo que no debe preocupar demasiado - sino sobre todo que en dicho crecimiento sea capaz de ir penetrando cada vez más en el mundo analógico de las Administraciones que es, no lo olvidemos, donde está la capacidad de toma de decisiones y de convertir lo que se maneja a nivel de discurso en una realidad.

El objetivo es por tanto es ser menos outsiders y más insiders, menos frikis y más agentes de cambio interno creíbles y fiables; para lo cual el entusiasta debate e intercambio de conocimiento que tiene lugar en las comunidades digitales debe tocar un poco de pelo del realismo institucional.

La connivencia entre lo analógico y lo digital es una vez más necesaria... aunque no suficiente.


miércoles, 5 de marzo de 2014

Administración y redes sociales: el reto de una gestión inteligente

Publicado El País 05.03.2014

Las redes sociales empiezan a ser una tecnología madura. Su uso está plenamente popularizado: más del 70% de los españoles está conectado a Internet, principalmente a través de teléfonos móviles, y es éste el canal más frecuente de acceso a las herramientas de Web 2.0.

Distintas Administraciones Públicas empiezan a ser conscientes de la importancia de estar en la red social y se han embarcado en un auténtico frenesí de perfiles institucionales en las plataformas 2.0 más visitadas (twitter o facebook principalmente). Una dinámica que no debe sorprender y en la que han cobrado protagonismo como vanguardia interna gabinetes de prensa o departamentos de comunicación por cuanto las actuaciones en redes sociales permiten llegar a amplios espectros de público objetivo a un mínimo coste.

Nos encontramos ante un escenario donde lo importante hoy no es tanto estar sino cómo estar; es decir, ya no toca preguntarse si es conveniente abrir paso a la Administración 2.0 en una determinada institución, sino plantearse cómo gestionar con inteligencia la presencia en redes sociales para obtener retornos efectivos de la misma.

El desafío es que la Administración empiece a escoger con criterio hacia dónde apuntan sus apuestas 2.0 siendo capaz de determinar cómo las herramientas de web social pueden o no dar soporte a su misión en los aspectos clave de creación de valor público que tiene encomendados.

Por tanto es hora, no sólo de actuar, sino también de pensar en términos 2.0. y hacerlo a corto, medio y largo plazo. En este sentido, siendo el compromiso político importante no conviene sobrevalorarlo por cuanto muchas de las iniciativas pueden contemplar la simple adaptación de pequeñas buenas prácticas en nichos muy concretos —no toda la Administración puede ni debe ser 2.0— frente a ambiciosos proyectos de amplio alcance pero costosos y con resultados inciertos.

La extensión por contagio, con un inicio bien focalizado que proporcione buenos resultados y vaya animando a otras unidades o servicios, es por tanto muy recomendable.También lo es no subestimar a los empleados públicos ya que muchos de ellos son presumiblemente activos en las redes sociales en su ámbito privado y tan sólo requieren un pequeño empujón haciéndoles ver la utilidad de las mismas en el servicio público. La formación para funcionarios en gestión inteligente de redes sociales es más necesaria que nunca.
No se trata de infravalorar ni sobrevalorar las posibilidades que la Web 2.0 ofrece a las Administraciones públicas sino de reconocer que es un nuevo campo que debe explorarse con criterio y puede deparar tanto decepciones como gratas sorpresas.

Eso sí, siempre y cuando haya objetivos y expectativas de resultados ciertos

martes, 4 de febrero de 2014

Informe Avance #ogov España: poco que comentar

Acaba de publicarse el Informe de Avance sobre el Plan de Acción en Gobierno Abierto con el que el Gobierno de España se comprometió en el marco de la Alianza Open Government Partnership. Es por tanto una auditoría independiente sobre acciones/compromisos definidos unilateralmente por el Gobierno.

Sobre sus resultados, mi conclusión: decepcionante pero a nadie puede sorprender. El principal problema, nada más empezar: la mayoría de acciones a realizar tienen poco o nada que ver con avanzar hacia un gobierno más abierto. El sistema RED (remisión electrónica de documentos de la SS), la simplificación / agilización / supresión de procedimientos en diferentes ámbitos, la e-justicia o e-salud, son todas ellos ellos proyectos muy interesantes -algunos como el RED que tienen más de 20 años (yo mismo trabajé en él cuando inicié mi andadura en lo público)- en los que claro que hay que avanzar para ir mejorando pero, ¡por favor!, ¿cómo pueden estar en un Plan de Acción sobre #ogov?

Tiene pues poco valor un mecanismo que carece de controles "a priori" que exijan a los gobiernos presentar planes que realmente vayan a desplegar acciones en diferentes ámbitos de la transparencia, participación, colaboración, escucha, accesibilidad, receptividad, rendición de cuentas, etc.

Partiendo de este punto, la siguiente pregunta es: ¿cuáles son las consecuencias de los incumplimientos? Me temo que el "rapapolvos" (algunas de las afirmaciones del mismo en el caso de España son demoledoras) de lo que pueda figurar en un informe independiente que se hace público y poco más . Pero, ¿quién le va a dar cobertura mediática? ¿se va a enterar de alguna manera la opinión pública?

Considero que en estos dos aspectos está el quid de la cuestión. Solventados ambos podremos decir que se
se trata de una iniciativa útil y con resultados; caso contrario, quedará (¡una vez más!) como simple retórica.

martes, 7 de enero de 2014

2014, el año de ...

Entrado el nuevo año es época de buenos propósitos. También de intentar adivinar algunas de las tendencias que irán cuajando a lo largo de los próximos meses, en este caso en el sector público que es la materia objeto de este blog.

Teniendo en cuenta que éste es año electoral (europeas en primavera), el que viene más todavía y que llevamos dos años especialmente duros de recortes, no parece que sean de esperar grandes acontecimientos en el ámbito de las Administraciones.

A priori las leyes (reformas, les llaman algunos) que van a condicionar en mayor medida el desempeño del sector ya están hechas y no cabe otra que esperar su desarrollo. Por otra parte hay asuntos largamente esperados que no tiene pinta que vayan a salir del cajón, mientras que otros de los que se lleva ya tiempo hablando tendrán que ir madurando y asentándose de manera definitiva.

Os dejo aquí mi decálogo para este año que empieza:

  1.  2014, el año de los "portales de transparencia": hecha la ley empezarán a crecer como setas los portales de transparencia. Lo que se publique o no, si sirve para algo o no, será otro cantar. Se constituirá el Consejo para la Transparencia con el nombramiento de sus miembros. Empezarán a desarrollarse reglamentariamente las diferentes cuestiones relativas a los procedimientos para solicitar información. Nos encontraremos con los primeros silencios administrativos.
  2. 2014, el año de la "suficiencia financiera": la reforma local acaba de entrar en vigor y sería de esperar que a lo largo de este año empezaran a aplicarse algunos de sus preceptos, especialmente los que tienen que ver de forma más directa con la consolidación fiscal ("reordenación" de servicios en función de las finanzas municipales). Al menos esa es la teoría; la realidad es que será un año de judicialización y búsqueda de triquiñuelas para sortear los aspectos más controvertidos de esta reforma.
  3. 2014, el año de la "regeneración democrática": palabrejas éstas que empezamos a oir hasta la saciedad como respuesta por parte de los poderes públicos a la creciente desafección ciudadana con partidos e instituciones. El debate sobre unas medidas u otras, avivado por la cercanía electoral, no ha hecho sino comenzar.
  4. 2014, el año de la implantación de CORA: trimestralmente conocemos en el Informe de Ejecución los proyectos concretos que van avanzando - por ejemplo, la centralización de compra de suministros- . Otros verán la luz en los próximos meses - ley del régimen jurídico de las AAPP.
  5. 2014, el año de la Agencia para la Gestión de Servicios Comunes en la AGE: es una incógnita pero lo cierto es que, tras la creación del CIO AGE, es una medida esperada que va en CORA. No obstante, no me haría ilusiones.
  6. 2014, el año del empleo público: recientemente el ministro de Hacienda se refería a que el proceso de destrucción de empleo público está prácticamente concluido. Aunque instante seguido algunos medios de comunicación han "atacado" con opinión (más que información) sobre el (supuesto) tamaño de empleo público en España, es de esperar una oferta de empleo público que, siendo restrictiva, lo podría ser menos que en años anteriores. En pocas semanas veremos si el famoso 10% (tasa de reposición) va incrementándose.
  7. 2014, el año del uso inteligente de las redes sociales: prácticamente hoy todo el mundo está en las redes sociales; las instituciones también. Pero del estar a obtener retornos ciertos de la presencia en redes sociales en términos valor público hay un trecho. Abiertos ya los perfiles, es importante empezar gestionarlos con inteligencia.
  8. 2014, el año de la (burbuja) de las smart cities: para unos un nicho de mercado, para otros una herramienta de innovación y mejora de servicios a la ciudadanía, lo cierto es que las smart cities están de moda. Mientras que las soluciones TIC y las oportunidades que ofrecen avanzan, los recursos municipales menguan. Se impone la innovación en la prestación de servicios a través de la colaboración.
  9. 2014, el año de los directivos públicos: este deseo es un clásico en mi blog que siempre pido y  nunca se cumple. Confiemos que en algún momento se desarrolle el EBEP y su famoso artículo 13.
  10. 2014, el año del intraemprendizaje público: el fomento de la cultura innovadora y el emprendimiento interno es clave para un cambio en nuestras Administraciones desde dentro. No será fácil pero podemos tener esperanzas cuando gran parte del debate e ideas producido en la red está empezando a abrirse paso en las instituciones. El foro organizado por el INAP el pasado mes de diciembre invita al optimismo.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Fin de la basura, vuelta a la colaboración público-privada

Acaba de finalizar un conflicto laboral que ha sido titular en muchos periódicos: la huelga de basuras en la ciudad de Madrid. Finalmente los trabajadores han vuelto a sus puestos de trabajo para empezar a recoger las toneladas de basura acumuladas después de 13 días de paro.

El servicio de limpieza de calles y jardines en Madrid está sujeto a una fórmula de colaboración público-privada. Como tantísimos otros casos -especialmente en servicios públicos municipales, y crecientemente autonómicos- se trata de un servicio público cuya titularidad corresponde a la Administración pero la gestión del mismo está concesionada/externalizada a una o varias empresas privadas que, en el marco de un contrato obtenido por licitación pública, prestan el servicio en las condiciones legales y económicas determinadas en pliegos y resolución de adjudicación.

La huelga ha puesto de relieve algunas de los aspectos clave que no deberían pasarse por alto en relación a este tipo de fórmulas entre instituciones públicas y empresas privadas:

  1. El servicio es público. Por tanto, la responsabilidad del buen o mal funcionamiento del mismo es de la dirección de la institución. 
  2. Los ciudadanos pagan sus impuestos a cambio de determinados servicios e independientemente de quién sea su prestador..Deben tener claras las responsabilidades a la  hora de aplaudir o pedir explicaciones.
  3. La dirección política debe valorar en qué servicios la gestión debe ser directa y en cuáles puede ser indirecta. No es un asunto simple ni baladí, y el criterio económico no puede ni debe ser el único utilizado.
  4. Uno de los criterios para esta valoración debe ser cuál estratégico es el servicio. Que la limpieza lo sea o no es discutible. Al menos parece que tiene tres impactos directos: en la percepción de los vecinos de la ciudad, en los ingresos derivados de la actividad económica, (puede llegar) en términos de salud pública.
  5. Otro de los criterios es si se trata de actividades de alto o bajo valor añadido. Supuestamente actividades de bajo valor añadido pueden ser realizadas por empresas de forma más eficiente , mientras que a las AAPP les interesa ganar músculo y cualificación. En principio parece que la limpieza viaria no es de estas últimas.
  6. Toda relación público-privada depende enormemente de cómo estén redactados los contratos, las claúsulas que contienen, cómo se ejecutan. Acotar riesgos y prevenir impactos no deseados es misión fundamental de todo ello. Está por ver si en lo de la limpieza de Madrid estaban previstas y protegidas jurídicamente las consecuencias de determinadas decisiones públicas en relación a dichos contratos.
  7. El control es el instrumento fundamental que debe utilizar la Administración para salvaguardar el interés público y el correcto funcionamiento de los servicios. La mala práctica de pensar que se firma un contrato y está todo hecho es fuente de no pocos problemas. Lo difícil viene luego.
  8. Transparencia es el ingrediente que no puede faltar en cualquier fórmula de colaboracion público-privada. Pero que falta demasiado a menudo. ¿Qué hay en juego, cuáles son las obligaciones y derechos de cada una de las parte, qué se acuerda en determinadas circunstancias? La transparencia no sólo afecta a la obligación de publicar pliegos y adjudicaciones. Debe impregnar todo el proceso.

martes, 5 de noviembre de 2013

TICs y reformas: el cambio desde los valores

Mi reflexión en este post parte del artículo que hace unos días publicó el diario El País titulado "Big data y miopía de la Administración" y, en concreto, de una última frase en el mismo que es ciertamente contundente: "¿Cómo va la Administración a facilitar y promover un futuro tecnológico que no entiende?"

Efectivamente podemos comprobar día tras día cómo pequeñas o grandes decisiones en lo público minusvaloran o ignoran el impacto de la tecnología como elemento transformador y disruptivo.

No hay más que ver algunos ejemplos: es el caso de la actualmente en ejecución Reforma de la Administración que arrincona la tecnología a un simple papel instrumental de "simplificación y racionalización" pero no se apoya en la misma para abordar una auténtica transformación interna de las estructuras administrativas. O el caso de la implantación de Administración electrónica y el monstruo indescifrable en el que se ha convertido para la mayoría de los mortales. O la anunciada puesta al día de la ley 30/92 del procedimiento administrativo que lejos de ser sometida a un contundente revolcón amenaza con complicar más las cosas. Y no digamos ya las poses de algunas iniciativas de participación o transparencia o los súbitos apretones tecnológicos de determinados partidos políticos (en plena campaña de recuperar la notoriedad social) cuyos líderes presumen en petit-comité de no haber usado ni PC ni red social alguna. 

Se trata pues de retoques estéticos que buscan dar continuidad a un modelo político-administrativo agotado y exponencialmente cada vez más distanciado de una sociedad que va por otro lado.

Que nuestra política o Administración vayan a remolque de la cibersociedad no es algo que debiera preocupar. Al menos irían. Lo que es verdaderamente preocupante es la obstinación en negar sistemáticamente de los nuevos valores que emergen de la sociedad en red y el escaso interés en aprovechar los mismos para abordar un proceso de reforma en profundidad.

Si la tecnología permite que el ciudadano vuelva a ocupar el centro de la vida pública, le da oportunidad de acceder a numerosa información y compartirla o actuar, le empodera  ¿por qué política y Administración no interiorizan estos valores y adoptan enfoques renovados en la relación con la ciudadanía, definición de políticas o prestación de servicios?


Quizá la respuesta esté en el desconocimiento de las TIC y la incomprensión que de éste se deriva; o de una todavía insufiente penetración de lo digital en el complicado mundo analógico de las Administraciones públicas. Ambas cuestiones se acabarán resolviendo con el tiempo.

Pero el miedo al cambio que produce el reequilibro de poderes que se deriva de las posibilidades de internet es asunto más estructural. Ahí seguramente estará el quid de la cuestión. 

jueves, 24 de octubre de 2013

Cibersociedad, valores para un buen gobierno

La semana pasada tuve la ocasión de asistir como ponente a la Jornada #AgóraMálaga "Avanzando por un gobierno abierto y responsable", organizada por la Diputación Provincial y el Club de Innovación.

Fue para mí un placer compartir mesa bajo el título "Gobierno Abierto y Responsabilidad social, dos ejes de futuro en la Administración Pública"con Elisa de la Nuez, directora de i-claves; José Luis Sahuquillo, presidente de AVAPOL y David Rey Jordán, activista de openkratio y funcionario .

En un foro cuyo objetivo era precisamente tratar la relación entre gobierno abierto y gobierno responsable en el contexto del futuro de la Administración mi intervención , titulada "Cibersociedad: valores para el buen gobierno", pretendió ser una reflexión en voz alta sobre el poder como valor en esta transición de modelo que estamos viviendo.

Hablé del poder y de su estructura asimétrica en ese marco del contrato social clásico: ciudadano empequeñecido frente una acción política y la administrativa omnipontente y endogámica. Un modelo que presionado por cambios sociales, económicos, políticos y , sobre todo, tecnológicos, ofrece fuertes inercias a ser reformado.

En ese trance entre lo que no se acaba de ir y lo que no acaba de nacer nos encontramos un proceso de reforma de lo público que se enfrenta a la disyuntiva de una Administración low cost continuista, retocada ligeramente en lo superficial pero severamente mermada de sus capacidades en lo esencial frente a una Administración reconvertida pero reforzada en calidad, excelencia y con músculo suficiente para asumir nuevos roles.

Es este segundo modelo el que implic un nuevo modelo de relación entre Administración y ciudadanos que reconecte a las personas a la vida pública y les permita tomar de nuevo las riendas que nunca debieron abandonar.
a un reposicionamiento en la relación de poderes en los actores que forman parte de los asuntos públicos (ciudadanos, políticios y burócratas),

Podéis ver el vídeo de la sesión completa con mi intervención (min 41 a 53) así como un resumen de un minuto.


jueves, 26 de septiembre de 2013

¿CIO o Informático Jefe?

Cuando el pasado 20 de junio asistí en Moncloa a la presentación del Informe CORA una de las cuestiones que más (gratamente) me sorprendió fue el anuncio de una medida largamente reivindicada por los profesionales: la creación de una Agencia TIC. 

Cuando en el coloquio posterior planteé una pregunta en la que pedía más detalles al respecto ví claro que lo plasmado en el informe era simplemente la idea  pero que aún no estaba claro cómo desarrollarla. Debió ser éste el motivo de que el subsecretario de Presidencia titubeara al responder sobre su dependencia (según él Hacienda) o la naturaleza orgánica de la misma.


Pues bien tras escasos tres meses (y supongo que también negociaciones internas varias) el Gobierno ha aprobado el RD 695/2013 por el que se crea la Dirección TIC de la AGE. Un texto legal con algunos aspectos positivos, otros no tanto, que da la impresión de una especie de quiero y no puedo; como si alguien en algún momento hubiera tenido el coraje de la coger al vuelo la buena idea de la Agencia TIC pero durante el proceso, la trituradora administrativa hubiera actuado para amoldar dicha idea a los usos y costumbres clásicos de la burocracia administrativa central.

Así, por ejemplo, sorprende que se cree la figura del director TIC pero que ni una vez en el decreto se mencione la palabra agencia, tan sólo que estará dotado de los medios necesarios. Esperemos a ver el decreto de desarrollo orgánico.

También llama la atención la doble dependencia Presidencia-Hacienda, como sí alguien inicialmente tuviera a bien otorgar a este director una posición preminente en la estructura de gobierno (Presidencia) pero más tarde hubiera que adoptar cierta solución de compromiso.

Positivo es que su nivel orgánico sea el de subsecretaría así como las funciones superiores de planificación y coordinación que tiene otorgadas. Situando esta figura en Presidencia se posicionan las TIC en el núcleo central del Gobierno y se refuerzan las capacidades del mismo. Las dudas surgen en relación a la estabilidad de esta figura y a su poder ejecutivo real, teniendo en cuenta que las "islas" ministeriales da la impresión que seguirán existiendo.

La creación de la dirección TIC es buen momento para comprobar si el criterio profesional prevalece para este Gobierno en relación al nombramiento de determinados altos cargos, con un perfil menos político y más profesional. Tanto en la Administración como en el mercado hay excelentes profesionales TIC. Se trataría de definir un perfil adecuado y abrir un proceso selectivo abierto y transparente para seleccionar al mejor. Con independencia de su carné político o administrativo.

Por último una ausencia destacable: entre sus funciones ninguna que se pueda parecer en algo a asuntos de gobierno abierto. 

¿CIO o Informático Jefe? Esa es la cuestión. 

lunes, 23 de septiembre de 2013

100 ideas para la Administración del siglo XXI

La reforma de la Administración, una vez más, está de moda. Ni será la primera vez, ni será la última, que gobiernos de diverso signo estén impulsado políticas llamadas de "reforma" en el ámbito de las Administraciones públicas.

Lo que nadie discute es que tenemos una Administración del siglo XX que tiene que ser puesta al día. Para algunos la razón es que no nos la podemos permitir; su receta es ofrecer algo que básicamente siga funcionando igual pero con procedimientos más ligeros, menos costoso y una cierta introducción (controlada) de tecnología. Eso es CORA.

Otros creemos que lo que este país necesita es una verdadera Administración del siglo XXI, una Administración acorde con la nueva realidad social, política y económica, con la nueva economía. Ante un escenario en el que los valores, su significado y peso en el complejo entramado de relaciones que sustentan una sociedad están cambiando de forma vertiginosa no valen medias tintas.

Por ello he decidido dar un paso adelante y publicar mi nuevo libro "Líderes públicos en la nueva economía", cuyo título ya de entrada evoca una clara declaración de intenciones: el cambio hacia una Administración en la nueva economía no es cosa de líderes visionarios investidos de potestas, sino que es un proceso que debe implicar a todos y cada uno de esos millones de líderes, ciudadanos y profesionales, que de una u otra manera tienen que ver con lo público.  

Concebir la Administración del siglo XXI exige una catarsis en forma de revolución cultural que pasa por concebir el gobierno y la Administración como un proyecto abierto y compartido basado modelos de gestión destinados a la activación del talento y su conexión para favorecer una cultura de innovación permanente al servicio del ciudadano.

Esta idea troncal se desarrolla en 100 etiquetas, prologadas por Jordi Sevilla , que se estructuran en cuatro capítulos (nueva economía, apertura, talento e innovación) y vienen escritas con un lenguaje fácil de comprender para cualquier curioso en esta materia.

Si quieres hacerte una idea puedes acceder al índice y tres primeras páginas en este link.

Si te interesa el libro, lo puedes adquirir aquí. 


lunes, 15 de julio de 2013

Informe CORA: la reforma pendiente

En la edición que ha salido hoy de El Consultor de los Ayuntmientos y de los Juzgados (editorial LA LEY) me han publicado el artículo que transcribo a continuación. A falta de conocer las tripas del proyecto (que no sabemos si algún día verán la luz) se trata de un análisis más sosegado de la Reforma de la Administración que recientemente ha puesto en marcha el Gobierno.

Informe CORA: la reforma pendiente

El Consultor de los Ayuntamientos y de los Juzgados, Julio 2013, Editorial LA LEY  4627/2013


La reforma, ¿qué reforma?

Al menos durante tres décadas venimos escuchando de forma reiterada que es necesario reformar la Administración. Desde finales de los años setenta se habla de crisis del Estado del Bienestar y de la burocracia como modelo de funcionamiento de las organizaciones públicas. Emergen entonces con fuerza por todo el mundo políticas públicas de reforma sobre la base de nuevos paradigmas como el de la Nueva Gestión Pública (NPM), que adquiere protagonismo en países anglosajones como Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia o Canadá.


No así en España donde, más allá de primaveras reformistas como el periodo de Jordi Sevilla como ministro de Administraciones públicas (2004-2007), los sucesivos gobiernos se han mostrado reacios a una reforma de la Administración Pública en profundidad.

Las causas podemos encontrarlas en la misma definición que del verbo reformar nos ofrece el mismísimo Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Según éste reformar implica volver a formar o rehacer, lo que traducido un lenguaje más académico equivaldría a un proceso de innovación disruptivo y sistémico en contraposición a conceptos como “mejorar” que se basan en cambios incrementales más sostenidos en el tiempo.

En el caso concreto de la Administración pública, reformar implicaría poner en marcha una revolución cultural, una refundación de los pilares sobre los que se construye el edificio administrativo. Pasar del modelo burocrático del siglo XIX a un modelo post-burocrático del siglo XXI.

Por ello la reforma de la Administración se ha venido considerando por quienes han ostentado responsabilidades como un proceso nada fácil con incertidumbre en el resultado —el éxito es remoto, en tiempo y posibi­lidades-, y débiles incentivos que no compensan un rendimiento electoral bajo -cuando no nulo.


El resto del artículo lo podéis leer en este link

martes, 2 de julio de 2013

Inprendimiento público: ¡sí, se puede!

La semana pasada tuve el privilegio de participar en el I Encuentro Nacional de la Blogosfera Pública que el Club de Innovación Pública organizó en Donostia-San Sebastián. Unir tanto talento ha dado lugar a un amplio material que podéis consular aquí en el que se incluyen vídeos y documentos finales de conclusiones que hemos elaborado de forma colaborativa todos los que hemos participado en el evento.

Me ha gustado especialmente la idea de conectar física y telemáticamente a miembros de una comunidad tan activa y estimulante como la blogosfera pública en el marco de un evento determinado y con tres asuntos concretos de debate: la situación de la blosfera pública, el inprendimiento en las instituciones y un análisis sobre Irekia, la plataforma de gobierno abierto del Gobierno VAsco.

TAmbién querría destacar la presencia de los recién nombrados directores de Gobierno Abierto (Luis Petrikorena) y Atención a la Ciudadanía (Javier Bikandi). Su participación en la mesa sobre cómo mejorar Irekia es ejemplo de talante y actitud de escucha y colaboración. Así como el apoyo que Telefónica y El Consultor- Walters Kluwer han ofrecido para que el evento se pudiera realizar.

En mi caso particular tuve la ocasión de participar en la mesa sobre "Inprendimiento en el sector público" cuyas conclusiones estarán listas pronto en la web del Club de Innovación pero que algunos de los blogueros participantes en la misma ya han adelantado (blog funkziuni)  . La agenda de puntos a debatir era amplia y la pena fue que el tiempo se quedó muy corto pudiendo sólo profundizar en el primero (El ecosistema del inprendedor público) y tocar de refilón alguno de los restantes.

En este post me gustaría aportar una conclusión optimista: es el momento para el inprendimiento público. Cierto es que el ecosistema público es "antinatura" y lejos de facilitar dificulta enormemente, pero tengo la sensación de que ahora o nunca hay magníficas ventanas de oportunidad que no se deben desaprovechar.

Es por tanto el momento de construir y difundir una cultura de emprendimiento dentro de las instituciones públicas apelando al incorfomismo, indignación, responsabilidad, compromiso de multitud de empleados públicos. O en su ausencia, apelando a la idea simple de que "o te mueves, o te mueven" considerando que los vectores de entorno que impulsan este movimiento son más intensos que nunca.

Ante la pregunta "¿Y ahora qué?" que formulaba Antonio Galindo en su post, mi consigna es trabajar de forma persistente en difundir hacia otras redes las ideas claves de esta revolución cultural en la forma de entender lo público. Redes clave donde se toman las decisiones, es decir, en el nivel político y en el núcleo duro de cuerpos funcionariales, especialmente los más reacios.

Hacerlo puede hacerse. De forma individual o colectiva. De forma individual porque cada uno de los que formamos esta red de la blogosfera pública somos asimismo un nodo dentro de otras redes. Unos podrán más, otros menos, unos tendrán mejores y más potentes herramientas, otros menos, pero da igual, lo importante es sumar.

O de forma colectiva, como red en su conjunto, con un doble objetivo: uno, la blogosfera ni puede ni debe ser un coto cerrado sino que debe crecer. Y dos, es un ecosistema más, una casa a la que muchos de los que están fuera ni se planteen acudir y que por tanto hay que llevar a otros foros del mundo institucional formal.

El cambio por irradiación también es posible . ¡¡ Vamos a lograrlo  !!

martes, 18 de junio de 2013

Intraemprendizaje público: el debate

Como os anuncié en mi último post el próximo 27 de junio participaré en el I Encuentro Nacional de la Blogosfera Pública como miembro de la mesa de "Intraemprendizaje".

Por diversos medios on-line ha proliferado un intenso debate sobre éste y otros aspectos referentes al funcionamiento de las Administraciones Públicas. Siéndome imposible dar respuesta individualizada a cada uno de los mails, posts, comentarios, etc. en cada una de las plataformas donde se han producido he decidido dejar algunas reflexiones aquí en mi blog que intenten aglutinar una respuesta conjunta a la mayor parte de ellos mismos. Además dejo una serie de elementos de debate y algunos de mis últimos posts al respecto como contribución y asimismo aperitivo de en qué línea pueden ir mis aportaciones en la sesión presencial de la semana que viene.

EL INTRAEMPRENDEDOR PÚBLICO Y SU ECOSISTEMA HOY. ¿CUÁL ES EL PAPEL DEL INTRAEMPRENDEDOR PÚBLICO? (pinchar aquí).
  • La realidad de las insticuciones:  
    • Organizaciones públicas poliédricas y multiformes. Burocracia, sí pero con límites. La innovación contingente, adaptada a cada ecosistema organizativo y a su momento.
    • Las "familias" en el ecosistema público: políticos y funcionarios; directivos y empleados; hombres de partido, gestores (profesionales), y castas administrativas. Todos pueden, algunos no quieren.
  • Transformaciones del entorno : la "crisis" de lo público. ¿Ficticia o real? Ambas, tiene su miga.
  • Las reformas que vienen. La reconversión del sector público: ¿una transformación hacia dónde? ¿Administración low-cost o Administración premium?. Lógica institucional, la lógica profesional y la lógica ciudadana. Caminos diferentes pero ojo, la institucional es quien tiene el mando formal.
  • El papel de los profesionales en  la reconversión del sector público. ¿Protagonistas o pasotas?
  • Intraemprendedores ¿por qué y para qué? ¿de ahora o de siempre? ¿bichos raros? ¿hasta cuándo? 
  • Intraemprendimiento a través del liderazgo distribuido. Desconfío de los "héroes organizativos", los "pequeños héroes" también cuentan
¿CUÁLES SON LOS FRENOS Y VENTANAS DE OPORTUNIDAD PARA LOS INTRAEMPRENDEDORES PÚBLICOS? (pinchar aquí)

  • Algunos de los frenos
    • la aversión al riesgo y los escasos incentivos al cambio, 
    • la no existencia de condiciones de oportunidad, motivación o habilidades, 
    • el tamaño o complejidad de las organizaciones, 
    • el afán desmedido por mantener el statu quo (corporativismo): rol de bloqueo / oposición,
    • el agotamiento / estrés por la persistencia de tensiones (en estructuras sometidas a cambio excesivo) derivadas de cambio,
    • la ausencia de recursos, etc.
  • Algunos de los motores o ventanas de oportunidad
    • un contexto facilitador : apoyo desde arriba,  cultura de confianza, delegación y empoderamiento de los profesionales. Tiene que ver tanto con la jefatura directa como con la unidad organizativa en cuestión.
    • la posibilidad de que existan estructuras adhocráticas (equipos específicos), 
    • la obtención de resultados tangibles a los que se les haya dado visibilidad, 
    • el perfil de los profesionales (edad y background), 
    • la existencia de una vanguardia de cambio (promotores, difusores),
    • que estén disponibles mecanismos de incentivación, etc.
EL DECÁLOGO DEL INTRAEMPRENDEDOR. RASGOS Y COMPETENCIAS CLAVE (pinchar aquí).
  • Creativo
  • Espíritu crítico
  • Comprometido
  • Activo
  • Adaptativo y flexible ante el cambio
  • Iniciativa
  • Esfuerzo
  • Pasión
  • Difusor, comunicador
  •  Con "olfato" para gestionar el entorno
  • Arriesgado
  • Templanza y capacidad de análisis de la situación. Monitor
  • "Poroso" , colaborativo
RETOS Y FACTORES PARA UNA INTRAEMPRENDURÍA DE ÉXITO DENTRO DE LAS ORGANIZACIONES PÚBLICAS (pinchar aquí).
  • La existencia de alguno(s) de los elementos estructurales de contexto que supongan una ventana de oportunidad.
  • La capacidad de gestionar el entorno de la que disponga el intraemprendedor para potenciar las oportunidades y mitigar los frenos.
  • La selección adecuada de la estrategia para promover el cambio (si tiene la atribución formal o informal para liderarlo)
  • Plasmar acciones en resultados tangibles. Visibilidad y retroalimentación.
  • Disponer de una estrategia de comunicación adecuada, focalizada en ampliar la vanguardia del cambio y neutralizar a opositores/bloqueadores.
  • El cambio a través del comportamiento vs al cambio a través de la actitud.
  • Saber gestionar los ritmos del proceso. El 90% del exito está en persistir.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS QUE APORTA EL INPRENDEDOR PÚBLICO, TANTO A LA ADMINISTRACIÓN, COMO A ÉL MISMO? (pinchar aquí).

A las AAPP:
  • Revolución cultural: pasar de organización zombi a organización viva.
  • Retención y activación del talento. Motivación de profesionales a través del empoderamiento y confianza,
  • Cuestionamiento permanente en clave de mejora. Acercamiento a ciudadanos y otros actores externos,
  • Construcción de entornos profesionales donde las personas puedan aportar al máximo,
  • Agitación de la energía positiva y los repositorios de conocimiento,
  • Legitimación en un contexto especialmente difícil para lo público
  • Aprovechar el intraemprendimiento para una gestión más eficiente de recursos cada vez más escasos (innovación vs. recorte). 
  • Prestigiar a los empleados públicos frente a la sociedad.
Para el intraemprendedor:
  • Sentirse valorado como persona y como profesional,
  • Tener expectativas de futuro,
  • Dejar a  un lado barreras , miedos y bloqueos,
  • Encontrarse en un entorno que le reconforte,
  • Poder dotar de sentido a su trabajo,
  • Aprendizaje continuo. Desarrollo profesional a través de la experiencia.

LOS LÍMITES ENTRE LA INICIATIVA PERSONAL DEL INTRAEMPRENDEDOR FRENTE A LA BÚSQUEDA DE COLABORACIÓN O EL RESPETO AL ENTORNO AL QUE PERTENECE (pinchar aquí).
  • Ante todo, mirarse en el espejo y activar la iniciativa personal. Valores profesionales y el plus del servicio público: ¿un puesto seguro o una responsabilidad hacia uno mismo y hacia la sociedad?
  • La importancia de la formación permanente y de tomar uno las riendas de su carrera profesional.
  • La iniciativa personal en dos vertientes: dentro del marco de la organización pero también fuera a título de profesional independiente. Pueden (o no) ser complementarios.
  • El marco de la organización puede ser amplio, o no. Explorar los límites y actuar en ellos.
  • Las posibilidades externas pueden abrir oportunidades pero también presentar conflictos de incompatibilidad.

Algunos posts que he publicado al respecto últimamente:

Innovación y ADN público (29/5/13)
Lo público, ¿por qué? (24/4/13)
Resetear nuestras #AAPP (9/4/13)
Castas administrativas y emprendimiento (5/3/13)
Los profesionales públicos ante la sociedad en red (19/11/12)