El recurso fácil de los medios personales y materiales
La semana pasada jueces y secretarios judiciales paralizaron la justicia en respuesta a la sanción impuesta a la secretaria del juzgado de Sevilla por el caso "Mariluz". Consideran estos colectivos que es injusto castigar a una persona cuando lo que se evidencia son problemas de sobrecarga de trabajo en los juzgados y necesidades de medios materiales y personales que no son atendidas por las Administraciones competentes.
Ayer domingo el diario El País publicaba una extensa entrevista con Mariano Fernández Bermejo, Ministro de Justicia, en la que éste se defendía de dichas acusaciones y expresaba con toda rotunidadad el compromiso de este Gobierno con la modernizacion de la justicia. Dejó algunas reflexiones que merece la pena destacar.
No negamos que existan déficits, pero no tanto de medios personales y materiales, como se dice, sino de orden y una renovación profunda (....) se trata de un cambio profundo en los métodos de trabajo, en la organización del trabajo y en el reparto competencial en el orden judicial (....) El gran problema que tenemos ahora, mucho más que de cantidad es de racionalidad (...)
No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. La demanda de más recursos es siempre un recurso fácil que se emplea no sólo en la justicia sino también en muchos otros ámbitos de la vida, los negocios o la Administración. En muchas ocasiones ciertamente hay necesidades que hay que atender; pero replanteamientos profundos de cómo se hacen las cosas tienden a obviarse, por su complejidad, por ir contra status-quo no se desean tocar o simplemente por comodidad. Desde luego, no cambiando nada y siguiendo con papel-lápiz-goma-manguitos-visera que tanto gustan a los garantes de la ley, segurísimo que faltan centenares-miles de nuevos juzgados para enfrentarse al crecimiento desorbitado de la litigiosidad. Aunque lo más sorprendente de todo es que jueces y secretarios demanden continuamente más recursos y a la vez se opongan a todo tipo de reforma procesal que suponga introducir elementos que se escapen a su control como puede ser la tecnología o a reformas organizativas que supongan cambios en sus funciones: ¿dónde está el nuevo modelo de oficina judicial que se trató de poner en marcha hace unos años?.
No se puede decir que la informática no haya entrado en los juzgados. ¡Vaya que si ha entrado! Ustedes habrán visto cómo los jueces, en esta protesta a la que se han dedicado, se cruzaban correos electrónicos a través de la Intranet... Se ha gastado dinero pero ha habido asincronía con una asimetría en el resultado. No todo el mundo ha informatizado a la vez. Ahora existen sistemas no compatibles entre sí y el reto es hacerlos compatibles.
Un poco de seriedad, sr. ministro. ¿Que entre la informática en un juzgado es que haya correo electrónico y lo usen los jueces para enviarse mensajitos? Por esa regla de tres que haya un PC 486 con word perfect como seguro que hay en decenas de juzgados implica que también ha entrado la tecnología. Un tema importante es que haya herramientas de gestión adecuadas y que exista interoperabilidad entre diversos ámbitos territoriales y competenciales. Pero otra cuestión es se utilicen correctamente para los fines que fueron diseñados. Por seguir con el correo electrónico, que no sólo sirva para mandar mensajitos personales sino que también permitan a los interesados en una causa comunicarse con el juzgado mediante este procedimiento.
Termina el ministro con una afirmación que no sé cómo tomarme: Pero no nos olvidemos: de nada servirá si la negligencia de un funcionario hace que no se introduzcan los datos en el registro o que se comience a tramitar y no se consulte...
¿Es una broma?
4 comentarios:
Muy buen post, Oscar. Coincido con todo lo que dices. Por añadir algo, la sobrecarga de los juzgados, que deviene en retrasos y a la postre en ineficacia, se debe también a una excesiva judicialización de la vida cotidiana.
Dicho de otra forma, la clase política parece creer que cuando hay un problema o necesidad basta con hacer una ley para satisfacerla o resolverla. Como consecuencia cada legislatura se aprueban cientos de leyes. Pero las leyes luego hay que tener medios para cumplirlas, y aquí es donde acaba fallando todo el tinglado: medios económicos, medios judiciales, medios organizativos.
Por ejemplo, la justicia en España ha entrado ya en el desarrollo competencial de las autonomías, y todos sabemos que eso multiplica por 17 los costes y también las incompatibilidades(=ineficacia). El modelo de estado actual es caro e ineficaz. Ya presenta lagunas en épocas de bonanza, pero ahora que llega la crisis veremos bien afilados los dientes al lobo.
No puedo estar más de acuerdo con Félix, particularmente con respecto al comentario sobre las CCAA.
Desgraciadamente actualmente no se pueden decir estas cosas en voz alta en política. Así nos va.
En efecto, el ministro de justicia está convencido de que el correo electrónico es algo así como la teletransportación, el no va más de las TIC, y por eso cuando le hablan de estos temas sencillamente no sabe lo que dice.
Interesante reflexión, Oscar. Sí me gustaría hacer un par de matizaciones:
a) el proceso de transferencias, al menos en algunas CCAA, sí ha supuesto una mejora tecnológica de cierta consideración que, en última instancia, se ha trasladado incluso "ad extra" en las relaciones con los profesionales del mundo de la Justicia (abogados y procuradores);
b) lo del Ministro es ciertamente preocupante: ¿se creerá realmente lo que dice? Entiendo que la oficina judicial es una estructura organizativa ciertamente compleja, con diversas responsabilidades para cada uno de los actores implicados (jueces, secretarios y resto de persona). Ahora bien, si se hubieran empleado sólo una parte de los fondos y energías que se han utilizado para la Agencia Tributaria, seguro que otro gallo nos cantaría...
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