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reflexiones sobre administración pública inteligente

martes, 15 de enero de 2019

En 2019 hablaremos sobre....

Resultado de imaxes para 2019Hace unas semanas comenzamos el nuevo año, momento siempre propicio para manifestar buenos própositos y plantearse retos inmediatos para los próximos meses que han de venir. Abundan por estas fechas los balances del año que acaba y las perspectivas o retos para el año que comienza.

Aprovechamos que la temática de este blog es sobre el sector público para indicar algunas cuestiones sobre las que se continuará hablando en 2019 en este ámbito.

En 2019 se hablará de despolitizar la función directiva en las Administraciones públicas. Es un debate recurrente que adquiere mayor intensidad cada vez que hay cambios de gobierno. El escenario electoral con municipales, autonómicas y quién sabe si generales propiciará unos cuantos. Y ya sabemos que cuando hay relevos, los buenos propósitos abundan siendo uno de ellos el de la profesionalización. Luego ya pasaremos del dicho al hecho que es otra historia. 

En 2019 se hablará de políticas de igualdad en el sector público. Conciliación, igualdad efectiva entre hombres y mujeres, el acceso de la mujer a los puestos directivos, etc. son asuntos que preocupan y han llegado para quedarse. La entrevista el otro día al secretario de Estado de Función Pública es toda una declaración de intenciones. 

En 2019 se hablará de la robotización de la Administración. Bajo este titular hay mucha miga: la aplicación de la inteligencia artificial o el blockchain al sector público está ya iniciándose pero es un camino en el que queda mucho por recorrer. La automatización de procesos, simplificación de tareas, refuerzo de las garantías, eficiencia de costes son parte de esas enormes expectativas generadas , que tendrán que convivir con el realismo de una madurez tecnológica que está por llegar y con toda la pléyade de impactos legales, éticos, organizativos y de gestión de personas con los que habrá que lidiar.

En 2019 se hablará de la captación de talento en el sector público. El reclutamiento y retención de profesionales públicos va a convertirse en un asunto estratégico dentro de la gestión pública. No ya sólo por el envejecimiento de unas plantillas que habrá que renovar, sino porque la digitalización pondrá más en evidencia el sistema actual de gestión de personas cuyo corsé impide que la Administración pueda contar con los mejores. Un coste demasiado alto que acabaremos pagando todos si no se aborda una reforma valiente de la política de gestión de personas.

El 2019 se hablará de Agenda 2030. La Agenda 2030 es una fuente inagotable de discurso, acciones y estrategias. Las políticas públicas que han de impulsarse desde las Administraciones están plenamente condicionadas por el cumplimiento de las obligaciones de la Agenda. Por otra parte las organizaciones públicas estarán sujetas a mandatos de dichas políticas que habrán de cumplir o supervisar que cumplan los actores privados que con ellas interactúan.

En 2019 se hablará de coproducción de servicios. Especialmente a nivel municipal serán cada vez más las iniciativas de innovación abierta en las que veremos una implicación cada vez mayor de la sociedad civil o mercantil. Nuevos enfoques como el design thinking o las metodologías ágiles irán avanzando dentro de la gestión pública para atender la dificultad de proporcionar mejores servicios en el menor tiempo posible.

En 2019 se hablará de municipalización o privatización. De nuevo el escenario electoral será el culpable de que reaparezca  un debate siempre abierto que, aunque de tintes ideológicos, nos encontramos con sorpresas: existen posiciones de la izquierda que defiendan la participación privada en la prestación de servicios públicos y viceversa, posiciones conservadoras que defienden servicios públicos prestados desde la Administración. Cuestiones como sostenibilidad, eficiencia, calidad de servicios y, en definitiva, buena gestión pública están sobre la mesa.

En 2019 se hablará del Consejo de Transparencia.  De transparencia se viene hablando diez años de forma recurrente y es el motivo de que haya habido avances. Pero estamos en un momento clave con asuntos en los que se demanda transparencia atascados, limitaciones constantes al derecho de información y un Consejo de Transparencia muy tocado, con una dirección interina y estrangulado presupuestariamente.



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