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jueves, 25 de septiembre de 2008

La hermandad del Nuestro Señor Cristo del 2.0


Nuestro amigo Alorza continua regalándonos magníficos posts sobre el efecto 2.0 y nos anima, con sus reflexiones, a continuar conversando sobre este asunto.

Como decía el otro día el proceso de masificación o "vulgarización de la web 2.0" (citando a Alorza) no sólo es inevitable sino que resulta imprescindible, si queremos que este movimiento revierta en un buen empujón socio-económico... y más en un momento en el que se está demostrando que se necesitan nuevos patrones de desarrollo que sustituyan a los amortizados del ladrillo o de la ingeniería financiera o nuevas vías para el activismo ciudadano. Normalmente, como bien explica Alorza, toda innovación tiene que disponer de una minoría que la alumbre, "juegue" un poco con ella, la pruebe, vea sus potencialidades, la desarrolle y sirva de sherpa (de nuevo Aloza) o cruz de guía (por utilizar un simil de Semana Santa Andaluza) a toda la procesión que viene detrás.

Quedémonos con el ejemplo de la procesión para ilustrar la idea. En esa procesión estarían todos los que creen y tienen fervor en el Cristo que alumbran. Si dicho Cristo (¡con todos los respetos!) simboliza el 2.0 en España, la procesión la formarían los innovadores, los early-adopters y parte de una mayoría temprana. Lo que a mí me preocupa es lo que pueda ocurrir cuando se unen a la procesión nuevos hermanos, en un principio atraidos por el buen nombre de la procesión, pero que deciden sustituir el cirio por la pandereta y los trajes de nazareno por disfraces de carnaval. Evidentemente si siguen la cruz de guía participarán en la procesión, harán el recorrido y guardarán al Cristo, pero ¿qué opinarán los devotos o curiosos que ven la procesión a uno u otro lado de las aceras? ¿se animarán a unirse a la hermandad? ¿adquirirá ésta la respetabilidad necesaria para mantenerse en el programa de la Semana Santa? Ciertamente habrá muchas personas que, no conociendo la devoción que ponen aquéllos que velan al Cristo, será mejor que empiecen a participar en la procesión atraidos por lo que han visto otros años o porque han participado en las charlas de hermandad o conocen a algún hermano..... que participen aunque sea detrás de la imagen vestidos de paisano o en la acera, a que no lo hagan. Así podrán conocer el ritual y engancharse al año siguiente como hermanos nazarenos. Pero, ¿es conveniente para el futuro de la hermandad mantener a esos hermanos vestidos de traje de carnaval y pandereta?
Sirva este simil para ilustrar mi punto de vista: la masificación del 2.0 es inevitable e imprescindible. El proceso debe hacerse prescribiendo esta filosofía y animando a la gente a que la pruebe (que vayan detrás del paso o vean la procesión). Pero, ¡ojo! ¡cuidemos porque en el proceso de masificación no se pierdan los valores! Si no, al final el 2.0 pasará de ser una cosa a otra: una procesión a un carnaval.... aunque el carnaval tampoco tiene por qué ser malo, a muchos les gusta.....quizá más que las procesiones.....


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ya que sacas el tema cristiano, me gustaría remezclar este post con el de Rosa Cobos , ya que hoy Jesús de Nazareth vendría a España en patera, sin papeles y trabajaría de carpintero subcontratado.

Por eso, en uno de los dipolos de Horizonte 2033, proponía : Persona-Poblador-Ciudadano vs. Ciudadano-Poblador-Persona. Por cierto, lo contrario a toda esta vulgarización y barbarización (a escala local y 1.0) se podría ver en San Fracisco-Bilbao .

En vez de vulgarizarnos los bilbainos (Que Dios me perdone!!! :-)), lo que estamos es convirtiendo en guetto una comunidad. En cierta manera como comunidad nos estamos privatizando.

Lo que puede resultar tan tópico de "no hay que combatir la globalización , sino que es necesaria otra globalización" , es otra manera de entender la "Vulgarización y el Barbarismo", quizás sólo por sanidad y como antídoto a posibles imperalismos y purezas de los early-adopters.

Saludos!

Alorza dijo...

Amigo mío, ¿cómo vamos a cuidar que no se pierdan los valores? Los guardianes de Occidente no duran para siempre.

Más en serio. Ni siquiera es verdad que los early-adopters del blog compartamos unos valores estupendos. Eso sólo es así en algunos barrios de la blogosfera. Hay millones de blogs adolescentes, con su propia netiqueta donde, a menudo, el insulto es bienvenido. Hay un buen número de blogs sobre política infestados de trolls y donde el propio autor no pretende conversar, sino gritar desde un púlpito... No sigo con ejemplos.

Lo bueno de la red es que hay espacio para todos, sin necesidad de mezclarse. No hay una procesión, sino un gran número de ellas. No nos debería molestar lo que hagan en la de al lado.

Pero comparto contigo el discurso de los valores. No todo lo que tiene un blog es 2.0. Lo 2.0 viene definido por los valores. Y como creo que una sociedad 2.0 sería buena para vivir en ella, animo a que se sumen, cuantos más, mejor.

¿Y cómo se adquieren esos valores? Algunos los traen puestos de serie, pero la mayoría los van adquiriendo por exposición. Y ahí el razonamiento se vuelve circular: cuanto más jueguen con las herramientas 2.0, más probable es que vayan mostrando comportamientos 2.0.

(la metáfora de la cofradía tiene un problema cuando se enfrenta a la orografía de la curva hype: es muy difícil subir y bajar cargando con un paso) :-)

Anónimo dijo...

Me da a mi que no es sólo cosa de procesión y de seguidores. Los early adopters (cuanto me gusta decir esto !-O) normalmente cuando llega el momento de la "vulgarización", "democratización" o "globalización" hacen como Lucky Luke. Y como buenos cowboys solitarios emprenden un nuevo camino en busca de nuevos horizontes.

Que quiero decir con esto, que los valores no los marcan sólo los peregrinos sino también cuando todos se incorporan a la procesión. Y tienen que evolucionar a medida que cambie el entorno para que como dice Alorza podamos llegar a una sociedad 2.0

En fin, que hay que enseñar el camino, y que nadie se puede apropiar de él.

Anónimo dijo...

Me empieza a dar como vértigo eso de ir de guías de la tierra prometida, o de apóstoles de la nueva verdad revelada. ¿Será para tanto lo que hacemos?

Me deja más tranquilo pensar que somos pequeñas piezas de un sistema emergente, o sea, como hormigas, neuronas, ciudades o software (veasé "Sistemas emergentes", de Steven Johnson).

ocortes dijo...

Queridos amigos. Continuamos el debate. Quizá la metáfora de la hermandad de Semana Santa no es la ideal porque alguien puede confundir el concepto 2.0 y sus valores como una esencia inmutable surgida de la manno de Dios y guardada por unos sumos sacerdotes que serían los early-adopters.
No... no es eso lo que pretendo decir..... Mi intención es hacer una defensa de los valores 2.0 , valores que no serán eternos e inmutables, sino que seguramente dentro de 5 años cambiarán/mejorarán. Valores que con la masificación pueden verse alterados y valores que sería bueno que incorporara todo el mundo que como dice Alorza por exposición o por traerlo incorporado se unieran a esta historia. La masificación plantea algunos peligros pero es imprescindible e inevitable

Anónimo dijo...

La sabiduría (sabiduría 2.0) debe ser compartida, enseñada, mostrada. No debe permancer en manos de unos pocos. Porque la ignorancia (ignorancia 2.0) es la que produce alienación y la que da lugar a los extremismos absurdos.

El conocimiento (conocimiento 2.0) debe ser extendido y usado como una nueva forma de cambio social y como una nueva forma de entender el futuro.

Si no, sólo tenemos que acordarnos qué pasaba cuando el conocimiento y la sabiduría estaban en manos de unos pocos (clero, nobleza, ....).

Puede ser que con la divulgación del 2.0 se produzca una vulgarización o malinterpretación del verdadero valor 2.0, pero es un riesgo que hay que asumir.

Excelente post y, por supuesto, excelentes comentarios.