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reflexiones sobre administración pública inteligente

martes, 1 de julio de 2008

Reflexiones sobre el futuro de los partenariados público-privados



Últimamente todo el mundo habla de la colaboración entre los ámbitos público y privado. Visto bajo el prisma de que "la unión hace la fuerza" y que para afrontar problemas cada vez más complejos es necesario un nuevo rol de lo público en relación con los diversos actores con los que se ha de relacionar, me parece una solución interesante. Aunque, desde luego, no es oro todo lo que reluce y los partenariados público-privados (PPP) también tienen sus inconvenientes.


En este sentido, es muy recomendable el artículo "El futuro de los partenariados público-privados" del profesor Geert Dewulf. Según su punto de vista, la utilización que se ha dado a las sociedades público-privadas a raíz de las teorías de la Nueva Gestión Pública (NGP), con el argumento del Value for Money (gestión óptima de los recursos), no ha obtenido ni los ahorros de costes deseados ni tampoco los resultados esperados en calidad de servicio. Yo añadiría, además, que este enfoque amplifica el peligro de poner en cuestiones de interés general en órbita de intereses particulares.


Para mejorar el rendimiento de los PPP, el profesor Dewulf propone una serie de cambios en distintos órdenes: político, organizativo, de proyecto.

  • A nivel político: crear procedimientos bien definidos, estandarizar los contratos y generar un flujo continuo de proyectos.
  • A nivel organizativo: reforzar las capacidades técnicas (para establecer parámetros de proyecto y especificaciones claras) y colaborativas (dentro del sector público). Cuantos más proyectos consiga el actor público, más experiencia obtendrá.
  • A nivel de proyecto: comprender los riesgos potenciales asociados a un proyecto, colaborar desde fases tempranas y vincular pagos contractuales a los beneficios tangibles proporcionados.

Por último, estas son sus recomendaciones:

  1. No hay fórmula óptima de PPP. Se debe encontrar un buen equilibrio entre interés público (en primer lugar), calidad y coste/eficiencia.
  2. Apostar por enfoques más integrales.
  3. Constitución de PPP de base más política: es decir, pasar de los contratos de concesión a fórmulas en las que el socio privado co-participe en cuestiones estratégicas y comparta responsabilidades, ingresos, y riesgos en proyectos múltiples a largo plazo.

1 comentario:

Manu dijo...

Interesante reflexión. De los PPP lleva tiempo habándose, y algún tiempo aplicándose. Creo que a escala local han tenido cierto éxito (de lo que más conozco, algunos programas de apoyo al empleo y al emprendizaje). Yo, frente al riesgo por formalizar demasiado (más allá de lo que sea irremediablemente necesario formalizar para garantizar el interés público y la transparencia), confío más en los modelos abiertos de gestión, modelos más flexible o informales, donde los objetivos estén claros pero los equipos de trabajo sean más ad-hoc.

De todas formas, sé que generalizo demasiado, pero apostaría por esta vía.