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reflexiones sobre administración pública inteligente

jueves, 4 de septiembre de 2008

La interoperabilidad que cuesta menos dinero


El concepto "interoperabilidad" en las TICes en apariencia sencillo. Según wikipedia "es la condición mediante la cual sistemas heterogéneos pueden intercambiar procesos o datos". Parece algo obvio, en especial si se trata de sistemas que trabajan sobre un mismo contenido; hablando de lo ámbito público (con sus diversas particularidades) es bastante más complicado de lo que en un principio podría parecer. Para empezar, un modelo administrativo como el español con amplias competencias delegadas en diferentes niveles, genera habitualmente intereses contrapuestos difíciles de conciliar. Tampoco nos podemos olvidar de las dificultades que se plantean dentro de una misma Administración derivadas de esa cultura de "chiringuito cerrado" que inunda las unidades administrativas, desde su nivel inferior (el negociado) hasta la propia dirección o subdirección general. Ambos elementos son carne de cañón para la proliferación (tendente al infinito) de aplicaciones de distinta forma, tamaño y situación que terminan por configurar toda una "torre de babel tecnológica" entre diferentes sistemas.

Y al final, pasa lo que pasa. Para un ciudadano de a pie es difícil comprender cómo en pleno siglo XXI si uno es de Vigo y se pone enfermo en Murcia, los médicos que le han de atender no pueden acceder a los datos de su historial médico, aunque los sistemas de información de sus CCAA respectivas los tengan en sus bases de datos. Es decir, son sistemas estancos que no pueden hablar unos con otros. Lo que quiero decir lo refleja perfectamente el artículo que publicaba La Razón el pasado 30 de agosto.

Dicho ciudadano, aunque no sea un experto en la materia, podrá deducir que en este asunto no se trata de una dificultad técnica; hoy en día, los sistemas están tan avanzados que hay soluciones suficientes para casi todo. Quizá deduzca que puede tratarse de cuestiones políticas e ideológicas, que impiden entenderse a Administraciones dirigidas por partidos políticos contrarios o por egos opuestos de un mismo partido. No iría mal encaminado, ya que éste es uno de los problemas. Pero lo que este ciudadano seguramente desconozca es que otras veces el problema tiene su origen en la cultura inherente a la Administración pública y a lo que cuesta desprenderse de las barreras mentales (también de las físicas) para trabajar en conjunto por un mismo objetivo.

Al final, lograr la interoperabilidad supone dinero, sí, como otras muchas cosas. Pero también supone un intangible mucho más difícil de lograr, como es un cambio cultural.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo: la mayor dificultad es conseguir el cambio cultural necesario.

Por eso hace falta "inventar" la Administración 2.0 o el oGovernment que dicen algunos.

Mario dijo...

Pues tienes toda la razón, pero yo iría un poco más allá aun a riesgo de salirme del ámbito de tu comentario... el objetivo final de esa interoperabilidad debería ser que incluso cualquier ciudadano pudiera acceder a su propio historial médico sin tener que pasar por un hospital (selfcare). El historial médico es propiedad de cada uno de nosotros y nos resulta a veces imposible recolectarlo entre los diferentes hospitales/clínicas que se han ido visitando.
Hay inciativas serias en marcha a nivel de CCAA, es un primer paso, pero falta mucho.

marcos dijo...

Probablemente este sea un motivo para decantarse por un software libre en las Administraciones.