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reflexiones sobre administración pública inteligente

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Buscando el liderazgo ideal en la Administración pública

Estas vacaciones he tenido la oportunidad de leer el libro Administración Inteligente. Recoge una serie de artículos de diversas personalidades del mundo público alrededor de los ejes que dan valor a este concepto: liderazgo, gobernanza, ética, cambio, tecnología, etc.

Uno de los artículos que más me han gustado es el titulado "Administración inteligente: el liderazgo necesario" de Carlos Losada, director general y profesor en ESADE. No he podido colgarlo de este post para que lo podáis leer pero voy a hacer un resumen del mismo.
Para Losada, los incentivos que encuentran los políticos para priorizar una reforma en el ámbito administrativo son muy débiles, especialmente porque su éxito es remoto en posibilidades y en tiempo y la valoración del ciudadano va a ser muy baja cuando no nula: siempre va a existir en estos procesos de reforma una carencia de liderazgo. Siguiendo a Moore identifica tres grandes aportaciones de los directivos a las políticas públicas:
  • Definir una política pública o colaborar en su diseño o redefinición.

  • Crear capacidad de gestión interna para poner en marcha y hacer realidad esa política.

  • Conseguir un entorno que "autorice"/apoye/tolere/favorezca la gestión de la estrategia definida.

De esta forma el directivo "ideal" sería aquél que fuera capaz de aglutinar al máximo nivel estas tres dimensiones. Es obvio que ese "ideal" está lejos de existir existiendo tres modelos patológicos distintos según tengan más o menos acentuada cada dimensión. Por una parte está el "ideólogo o profesor universitario" que tiene acentuada su capacidad en generar ideas, pero es incapacidad de desarrollarlas ni tiene en cuenta a los implicados; el impacto de la idea será muy reducido. Otro modelo es el de "buen gestor", persona de perfil más operativo ("fontanero") y centrado en los detalles. Por último, el "político u hombre de partido", conocedor de los resortes de poder y de cómo eliminar resistencias pero escaso de capacidad de definición y poco habilidoso en en el manejo de los mecanismos internos administrativos.

La conclusión, como os podéis imaginar, es que el éxito (parte) en los proyectos de reforma reside en un buen tandem político-profesional de forma que entre ambos sean capaces de repartirse el trabajo y llegar a alcanzar un óptimo en cada una de las dimensiones antes especificadas.

5 comentarios:

Odilas dijo...

Muy interesante. Me lo guardo para tenerlo en cuenta en proyectos con la Administración.
Gracias.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo: ese artículo es muy bueno.

Mis favoritos son los de Antonio Díaz Méndez, Carlos Losada y Joan Prats.

En cambio, me han defraudado Marina y Valdano.

ocortes dijo...

Alorza, comparto tus impresiones, aunque en el caso de Marina se trata más bien de un prólogo. Estoy con Antonio Díaz preparando un acto en Madrid sobre el libro y, en concreto, sobre la parte de liderazgo para mediados de octubre. Ya os informaré.

Manu dijo...

No he tenido oportundiad de leer el libro, pero revisando el índice, me aventuro a echar de menos algunos temas que no identifico en los títulos de los capítulos, en esepcail, el tema de la participación ciudadana y la renovación democrática, que quizá esté en el capítulo de gobernanza de Joan Prats. ¿Se habla algo de esto? Porque creo que hace falta mucho liderazgo y claridad de ideas para empezar a renovar también por ahí.

Anónimo dijo...

Pues cuando tengas perfilado el acto sobre el libro acuérdate de meterlo en el calendario de la blogosfera pública ;-).