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reflexiones sobre administración pública inteligente

martes, 1 de abril de 2008

La cuestión de los efectivos en la AGE


Un artículo publicado el otro día Expansión.com pone el dedo en la llaga: "el Ministerio de Economía y Hacienda no entiende cómo la UNED puede aumentar tanto el presupuesto en personal cuando el número de alumnos no cesa de descender". Lo dice la IGAE (Intervención General del Estado )en su última auditoría a la Universidad Pública.

Lo peor es que no es éste el único caso. La evolución del número de personas dependientes de la AGE (exceptuando Cuerpos de Seguridad del Estado) no se corresponde con el proceso de descentralización administrativa realizado en los últimos años y con la implantación de nuevas tecnologías. Podemos poner dos ejemplos: el Ministerio de Sanidad y la nueva agencia estatal BOE.

Las prestaciones sanitarias corresponden desde unos años a las Comunidades Autónomas en su totalidad. Sin embargo, se mantiene todo un Ministerio dedicado a esta rama. Evidentemente hay un componente político en esta decisión; respetándolo, habría que ver si se justifica un tamaño de 3.000 personas (datos de julio 07) cuando únicamente se mantienen competencias básicas: definición de líneas generales comunes, cohesión territorial y supervisión. En cuanto a la agencia estatal Boletín Oficial del Estado, cuya publicación principal, el BOE, desaparecerá a finales de este año pasando a publicarse únicamente en internet: ¿tendrá un impacto sobre sus plantillas? ¿Habrá recolocación de efectivos?

En los últimos años se han ido dando pasos tímidos en favor de la redistribución de personal hacia sectores necesitados de refuerzo. Así, las Ofertas de Empleo Público, definen unas "Áreas prioritarias de empleo" , lo cual se traduce en ciertas condiciones "especiales" para los concursos para provisión de puestos que se vienen convocando: limitaciones de movilidad a los funcionarios que ocupan puestos "prioritarios" y favorecer en el acceso a los mismos a funcionarios de áreas donde se pretende reducir. El resultado no es del todo satisfactorio: los puestos no resultan atractivos ("mucha carga de trabajo y ninguna compensación a cambio").

Para el futuro podemos echar mano del programa socialista. Éste contempla una "reestructuración estratégica", consistente en una "Reforma de los servicios centrales de la AGE mediante un plan de reestructuración que permita tener una Administración con una dimensión ajustada a sus funciones y a las necesidades de la ciudadanía". Suena contundente. Y con mayor sentido en un escenario de crisis y contención de gasto público. La cuestión en estos casos es si habrá un impulso político suficiente para abordar esta medida de forma consensuada con los representantes de los trabajadores mediante jubilaciones anticipadas (las permite el EBEP), excedencias incentivadas (hasta llegar a la edad de jubilación) o mediante formación con reasignación de efectivos hacia áreas necesitadas de refuerzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una reestructura racional se hace ya imprescindible. La jubilacion anticipada probablemente sirva para aligerar un poco los niveles bajos ya que no pierden demasiado poder adquisitivo pero ¿que pasa con los niveles altos? Hay dos reformas que datan de los 80 nefastas para la agilizacion en la Administración: una de ellas (a lo otra no me voy a referir) es el reenganche despues de los 65 lo que ha permitido que los niveles 30 sigan ocupando puestos sin ser rentables. Muchos aprovechan para pasar los años y no trabajar o hace rlo menos posible. El resultado son niveles y despachos ocupados con gente ociosa o sin ninguna intención de modernizar la unidad. Critico el sistema no a las personas (cada una tendrá sus razones) si la jubilación fuera obligatoria o atractiva para estos niveles se lograría disminuir personal. No es una excusa la de aprovechar experiencia ya que existen alternativas para hacerlo.