Breve historia de un proyecto público de éxito
Una de las paradojas de lo público es que a veces lo que parece sencillo y/o es de sentido común no siempre es lo que primero que se aborda. Por el contrario son frecuentes las tentaciones de afrontar grandes proyectos, con elevados presupuestos y en tiempos -en no pocas ocasiones- un tanto irrealistas. Increible pero es así.
Si os cuento que según mi experiencia uno de los grandes secretos del éxito en la gestión pública es intentar encontrar "pequeñas" cosas que hagan la vida más fácil a los ciudadanos quizá os pueda parecer un obviedad. Pero creedme que no es sencillo dar con este tipo de proyectos. El magma de intereses cruzados e iniciativas que con los años siguen ahí -decayendo o que emergiendo según toque lo hace complicado. Hay mucha paja en la que buscar una simple pepita de oro.
Pero a veces ocurre, aparecen proyectos que con un esfuerzo relativo solucionan problemas importantes a la gente y además lo hacen con claridad y sin atisbo de duda. Cuendo esto ocurre es más fácil alinear los astros para garantizar el éxito.
Todos estos ingredientes se han producido para lograr el éxito de uno de los proyectos, para mí, más significativos en la AGE durante los últimos años: la comunicación de nacimientos desde hospitales al Registro Civil que arrancó el pasado jueves en 24 centros públicos sanitarios de todas las CCAA.
Una medida extraida de uno de los retos más importantes y complejos que queda por abordar en nuestros servicios públicos: la transformación del Registro Civil español. Un proyecto que sin consenso político y social se tuvo que abandonar en el mes de mayo para empezarlo de nuevo (casi de cero) con planteamientos distintos y un horizonte de implantación más alejado: el 1 de julio de 2017.
Pero de ese mega-proyecto (la paja) había una medida (el oro) cuyo beneficio era incuestionable: evitar que los padres, en los días que más se les requiere apoyo emocional y logístico por sus hijos recién nacidos, no tengan que pasarse la mañana en las vetustas ventanillas de nuestros registros civiles. De ahí que en mayo, abandonado el proyecto global del nuevo Registro Civil, se apueste poro mantener la medida (parcial) de la comunicación de nacimientos. Cuatro meses por delante para:
1) Coordinar a todas las CCAA;
2) Coordinar a todas las CCAA de Sanidad, y desde un Ministerio diferente, el de Justicia;
3) Desarrollar la solución tecnológica, y hacerla con medios propios (DTIC AGE);
4) Adaptar todo el marco normativo (ley e instrucciones);
5) Hacer una planificación rigurosa y responsable;
6) Dotar las garantías (el sistema no puede fallar: un nacimiento es un hecho jurídico fundamental);
7) La medida es estatal, tiene que arrancar en todo el territorio;
8) Gestionar la comunicación y la gestión del cambio;
9) Solventar un cambio de responsables políticos por medio (elecciones autonómicas mayo 2015);
10) Gestionar las expectativas.
Sólo cuatro meses y con los mimbres del cesto que se disponen en la Admnistración general del Estado. Aunque para algunos parecía imposible a otros nos pareció que merecía la pena arriesgar, echarle ganas de tirar para delante y para no meter, una vez más, el proyecto en el cajón.
Una historia de un éxito que podemos resumir en cuatro puntos fundamentales:
1. Abstraer el trabajo de la controversia política: nadie, por
elevadas que sean las diferencias políticas, puede oponerse a una medida
que beneficie con claridad a los ciudadanos. Quedaría retratado.
2. Protagonismo a los técnicos: si la controversia política
desaparece, los profesionales pueden trabajar. Y con los magníficos
profesionales públicos que tenemos , es toda una garantía.
3.
Emergiendo la motivación y el liderazgo de los profesionales. Cuando el
beneficio es claro éstos allá de dónde procedan y cualesquiera que sean
sus competencias, rápidamente se activan. Aparecen muchos de los
intra-emprendedores que están inhibidos en sus organizaciones.
4. Liderazgo político existente pero no visible (tácito
)y un eficaz enganche entre la esfera política y la esfera técnica
que permita a los profesionales trabajar con el respaldo suficiente.
5. Apostando - que no siempre es fácil - por la gente de la casa, por medios propios y por las soluciones "made in company"
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