Hace unos días salió publicada en el BOE la oferta de empleo público para 2014. La oferta de empleo es uno de los instrumentos fundamentales de la política de planificación de recursos humanos en cualquier Administración. Así mediante la OEP y otras medidas complementarias se ha de buscar el alineamiento entre la dotación de plantillas y las prioridades en la ejecuión de políticas públicas.
Para este ejercicio uno de los objetivos claros es reforzar el control del fraude fiscal , política pública de prioridad máxima (los ingresos públicos se necesitan como agua de mayo) que se ha visto dañada - como otras - por la congelación en la tasa de reposición al 10%. La AEAT ha dicho basta y se considera preciso reforzarla. Decisión lógica y necesaria.
Lo que es más discutible es cómo se va a proceder con dicho refuerzo. Y en esto me pregunto si alguien ha reflexionado con rigor y profundidad sobre qué vacantes son necesarias cubrir (y cuáles suprimir definitivamente), y cómo proceder a su provisión.
Por lo que vamos conociendo da la impresión de que no. Frente a la necesidad de reforzar en mayor medida los puestos de inspección y subinspección se plantea cubrir de forma más o menos "lineal" también un amplio número de vacantes de tramitación y auxilio (manteniendo la pirámide administrativa). Los nuevos efectivos vendrán de un curioso mix donde pocas (poquísimas) serán las nuevas incorporaciones (en cierta forma lógico) , pocas (poquísimas) serán las incorporaciones de funcionarios de los cuerpos específicos de Hacienda destinados en otros puntos de la Administración (no tan lógico) y muchas (muchísimas) las incorporaciones de otros funcionarios supuestamente "excedentarios·" (que no lo son), de escalas inferiores de la pirámide administrativa, con nulo conocimiento del procedimiento de inspección (mucho menos lógico). Vestir un santo para desvestir otro.
Por lo demás, el resto de la OEP es un copia-pega de años anteriores. Nada que nos deba sorprender en tanto en cuanto las medidas de reforma de la función pública pasan casi desapercibidas en CORA. Los procesos de selección siguen como siempre, inalterables, y ya es hora de que alguien le ponga un cascabel a este gato. La promoción interna, necesaria, es bueno que se potencie, pero de una forma más meritocrática que reglada. Las vacantes de nuevo ingreso, a Cuerpos que alguien de una vez por todas debería declarar a "extinguir".
En resumen: exámentes, ingreso, oposición, tasas, ejercicio, temario, etc.... Jerga del siglo XX para una Administración del siglo XXI.
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