Hace unos días publicábamos un post comentando la noticia de la puesta en marcha de un Plan de Modernización de instituciones vinculadas al Ministerio de Cultura. Por aquel entonces reconozco que todo era escepticismo, porque ya sabemos la de planes que se hacen por nuestra geografía pública y en qué acaban quedando en realidad. También reflexionaba en otro post sobre la figura del directivo público y su carácter emergente y contracultural.
Pues bien. He estado dando seguimiento al tema de Cultura y los últimos días me encuentro con la sorpresa agradable que se está cumpliendo uno de los puntos del Plan, en concreto lo relativo a la modernización de la gestión del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) mediante la creación del puesto de Director y su posterior cobertura siguiendo criterios estrictamente profesionales. En efecto. El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobaba el decreto de cambio de estructura del MNCARS (que de momento no se convierte en agencia estatal y sigue siendo organismo autónomo) por el que se crean los puestos de Director (artístico) y Gerente. El Director Artístico se convierte en el cargo directivo más importante del museo, asumiendo no sólo la dirección artística del mismo sino también su representación ordinaria, la interlocución con el Patronato y las relaciones con otras instituciones. El Gerente, por debajo de él, asume funciones más burocráticas: gestión de personal, económico-presupuestaria, compras, etc.
Lo verdaderamente significativo es que la filosofía con que se crea el puesto de Director (Artístico) se aproxima bastante a lo comentado en este blog sobre la dirección pública profesional. Lo podéis comprobar en leyendo la convocatoria para cubrir el puesto que adjunto en este link. Lo que me parece más destacable sería:
- Es un proceso abierto y transparente, con unas bases detalladas .
- No es requisito imprescindible ser un funcionario público. De hecho el régimen de contratación será laboral de alta dirección.
- La retribución será acorde a criterios de mercado y no la habitual equiparación al nivel 30 de este tipo de puestos.
- Se requiere acreditar experiencia directamente relacionada con el puesto: gestión de museos y específica de arte contemporáneo. Así (esperemos) se despolitiza el cargo.
- Se fija una valoración de habilidades indicando las requeridas para el puesto.
- Se pide un perfil relacional (fundamental para cualquier puesto de directivo público)
- El órgano de selección es un Comité de Expertos, todos en el área de la que trata el puesto. Echo de menos algún profesional de la selección capaz de valorar las competencias directivas.
- El proceso de selección no es la habitual libre designación , sino acreditación de cumplimiento de requisitos ante un Tribunal que deberá valorar.
Creo que es un paso adelante interesante y más en la AGE donde mover algo es un milagro. Aunque si no se hace en algo tan específico como la gestión cultural .... ya me diréis.
Es una pena que uno no cumpla con el perfil del puesto pero quizá a algún lector le interese.
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