lunes, 15 de octubre de 2007

BOE: bye, bye papel


Este fin de semana sale de forma muy tímida en un huequecito discreto de algún periódico nacional la noticia que a partir del 1 de enero del 2009, el BOE dejará de editarse en papel. Así a primera vista, un ciudadano medio sin duda no alcanzará a valorar en su debida importancia esta noticia, pero para los que estamos metidos en esto de la blogosfera pública sí que creo que es algo que merece comentar.


Curiosamente hace unas pocas semanas, Felix Serrano en su blog publicaba una estupenda entrada titulada "El BOE en la era de la web 2.0". Aunque, según sus propios comentarios, su intención iba más dirigida a criticar el hermetismo de las disposiciones legales que a cuestionar la naturaleza escrita del Boletín, sí que dió pié a algunos comentarios entre los que ahora tiene especial relevancia por su carácter visionaria (no tendría información privilegiada? jeje) el de Iñaki Ortiz en que pronosticaba la desaparición de los Boletines en formato papel.


La medida anunciada por el Subsecretario de Presidencia en mi opinión tiene numerosos impactos y, a su vez, me plantea las siguientes reflexiones:


  • Se finaliza de forma expeditiva con la connivencia papel-soporte electrónico, dejando ésta última. Me parece francamente positivo; medidas como ésta acelerarían la implantación de la Administración electrónica. Precisamente la fuerte cultura de uso de papel en lo público (propiciada por el derecho administrativo) es un freno importante al desarrollo de la Administración electrónica ya que, aunque se desarrollen diversas iniciativas (p.ej. el expediente electrónico), los usos y costumbres hacen que continúen pidiéndose escritos y archivándose "casi todo"

  • ¿Qué van a hacer ahora los miles de funcionarios (no digamos los de Justicia !!!!) que están tan acostumbrados a pasar ceremoniosamente todas las mañanas las páginas del Boletín? Les tendrán que poner internet a todos o colgar el BOE de la intranet corporativa. Efecto colateral interesante.

  • ¿Y las personas, maquinaria, consumibles, etc. de la imprenta? ¿Y los servicios de distribución física de cada ejemplar (furgonetas, ordenanzas, etc.)? Muchos menos gastos pero les tendrán que asignar nuevas funciones a todos.

  • ¿Estará todo esto relacionado con la conversión del BOE en agencia estatal (era lo que preveía la Ley de Agencias aunque, como ya hemos comentado reiteradas veces, no acaba de arrancar) ?

Finalizo con un desideratum. Quizá la cantidad de recursos que se liberarán cesando la impresión en papel pudieran servir para innovar su página web incorporando algunas de las buenas ideas que nos daba Félix Serrano en su post. Pero no será fácil: aquellos que trabajan en la imprenta necesitarían un imposible (?) reciclaje.

3 comentarios:

  1. Que deje de publicarse el BOE en papel me parece una excelente noticia, y las ideas que proponía Felix Serrano para aplicar al BOE la filosofía de la web 2.0, brillantes.

    Pero lo que yo pronostico no es la desaparición de los boletines oficiales en papel, sino la de los boletines oficiales (en cualquier formato).

    No tiene sentido agrupar disposiciones normativas y anuncios en una publicación diaria. Me explico.

    ¿No sería más sencillo que la web de la AGE tenga un apartado de legislación donde se publiquen todas las normas que se vayan aprobando? Ahí estarían actualizadas todas las normas vigentes con sus hipervínculos, jurisprudencia, doctrina, comentarios y todo lo que haga falta. ¿Que hay más público y más accesible que una página web?

    Lo mismo para las convocatorias de ayudas, de contratación, de empleo público, etc. Todas actualizadas en su correspondiente apartado de la web de la AGE. Y dando información no sólo de la convocatoria, sino de su estado de tramitación, de la adjudicación, etc.

    El BOE sólo tenía (perdón, tiene) una razón de ser: dar publicidad de las normas, anuncios y otras informaciones de interés público. Hoy en día eso se consigue mejor a través de la web.

    Alguno dirá que existe la brecha digital. ¿Y cómo se consigue ahora el boletín? Pues después igual, pero en vez de llevarte un tocho con lo que te interesa y un montón de cosas más, sería suficiente con que te imprimieran la disposición que necesitas.

    Cuestión de tiempo.

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  2. Muy bien interpretado, Oscar. No sabía la intención del BOE pero me parece una noticia excelente y en linea con lo que se debe hacer.

    El siguiente paso, como yo comentaba es enriquecer la información, una vez liberada de la esclavitud al medio físico. Es algo que ya hacen empresas especializadas que todos conocemos y que me parece muy bien.

    Y el tercer paso es la interactividad, la personalización y actualización contínua, el enriquecimiento con los trabajos de la comunidad, que es lo que yo llamaba BOE 2.0.

    No te preocupes por los funcionarios que se ocupan de leer el boletín, obviamente lo seguirán haciendo, muchos de ellos en pantalla, y alguno se lo imprimirá (o se lo imprimirá su secretaria) y lo seguirá leyendo en papel.

    Iñaki: al final no veo demasiada diferencia entre lo que propones y la situación actual. Para mí el debate podría ser entre centralización/descentralización. La descentralización (en este caso normativa/informativa) agiliza el funcionamiento y la actualización pero crea entropía, que conlleva menos solidez, y a la postre dificulta el acceso por los ciudadanos. La centralización crea orden y facilita el acceso y localización de la información, pero endurece y "enlentece" los procesos de cambio y adaptación.

    Normalmente la solucion (nunca a gusto de todos) está en algún punto intermedio.

    Por cierto, no borreis el papel de vuestras vidas: ayer se nos fué la red durante más de una hora justo antes de empezar una reunión, donde había que dar repasos a algunas cifras. Menos mal que teniamos impresa la información, aunque fuese parcialmente.

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  3. La desaparición de Boletines que indica Iñaki ya se ha hecho, pero en organizaciones públicas que se han convertido en empresa como por ejemplo Correos. Allí se publicaba el Boletín Oficial de Comunicaciones que desapareció cuando se creó la sociedad estatal y funciona todo tal y como dice Iñaki que podría ser. Lo que yo no sé es si los sumos sacerdotes del derecho administrativo verían con buenos ojos tu propuesta.

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