Mayor transparencia en 10 ideas
El otro día hablaba con unos amigos sobre transparencia. Después de un largo debate, uno de ellos me lanzó una pregunta muy directa: ¿qué aconsejarías a quienes tienen la responsabilidad de hacer más transparente su organización? He aquí mi respuesta:
1. Créetelo. Si no lo haces no sigas leyendo este decálogo. Hoy que hay "watchdogs" por todas partes la transparencia de boquilla se caza a la legua y dañará tu credibilidad de forma inmediata e irreversible.
2. Conversa con tus ciudadanos o tus clientes. Hazlo continuamente y de igual a igual. Es la única forma que te vean accesible y transparente.
3. Abandona tus temores (porque hoy se pide a gritos) Es mejor hacer algo que no hacer nada. No pises el freno antes de poner en marcha el vehículo de la transparencia.
4. Plantea la premisa que por defecto la información es accesible. Busca siempre la interpretación de la normativa que mejor encaje en este sentido.
5. Encaja las críticas y toma nota. No te metas en el caparazón si algo no se está haciendo bien.
6. Tiende la mano para que los implicados participen en políticas y definición de servicios. Y si no lo hacen sigue insistiendo. La mano siempre tendida.
7. Retroalimenta cada pequeño paso. Es la única forma de ganar credibilidad y confianza.
8. Convence a la tecnoestructura de tu organización. Aunque sea una de las tareas más difíciles - y a la que más tiempo tendrás que dedicar- el viento sopla a tu favor.
9. Gestiona el timing: los ciclos no duran una eternidad y este tampoco. Anticípate. Lo único seguro es que lo que hoy se ve con dudas, mañana será una obviedad que todo el mundo dará por hecho.
10. Cuando hayas trabajado todo lo anterior, (entonces sí) planteate qué herramientas vas a utilizar.
1. Créetelo. Si no lo haces no sigas leyendo este decálogo. Hoy que hay "watchdogs" por todas partes la transparencia de boquilla se caza a la legua y dañará tu credibilidad de forma inmediata e irreversible.
2. Conversa con tus ciudadanos o tus clientes. Hazlo continuamente y de igual a igual. Es la única forma que te vean accesible y transparente.
3. Abandona tus temores (porque hoy se pide a gritos) Es mejor hacer algo que no hacer nada. No pises el freno antes de poner en marcha el vehículo de la transparencia.
4. Plantea la premisa que por defecto la información es accesible. Busca siempre la interpretación de la normativa que mejor encaje en este sentido.
5. Encaja las críticas y toma nota. No te metas en el caparazón si algo no se está haciendo bien.
6. Tiende la mano para que los implicados participen en políticas y definición de servicios. Y si no lo hacen sigue insistiendo. La mano siempre tendida.
7. Retroalimenta cada pequeño paso. Es la única forma de ganar credibilidad y confianza.
8. Convence a la tecnoestructura de tu organización. Aunque sea una de las tareas más difíciles - y a la que más tiempo tendrás que dedicar- el viento sopla a tu favor.
9. Gestiona el timing: los ciclos no duran una eternidad y este tampoco. Anticípate. Lo único seguro es que lo que hoy se ve con dudas, mañana será una obviedad que todo el mundo dará por hecho.
10. Cuando hayas trabajado todo lo anterior, (entonces sí) planteate qué herramientas vas a utilizar.
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