lunes, 3 de septiembre de 2012

Tiempos de involución administrativa

El viejo tópico de que las crisis suelen significar grandes ventanas de oportunidad para el cambio parece que toca a su fin. Eso al menos es lo que nos intentan demostrar día a día a medida los que pilotan las propuestas sobre reformas en la Administración que se están impulsando en nuestro país.

Dichas reformas, lejos de ser de un cambio en positivo, están suponiendo una auténtica involución. También así lo consideran numerosos expertos como por ejemplo el profesor Francisco Longo en su último artículo de El País, "Menos de lo mismo no es reformar la Administración".

Veamos algunas razones. Uno de los consensos que se había conformado en los últimos años sobre cuáles eran los objetivos fundamentales para renovar nuestro sector público era el de flexibilizar y dotar de mayor agilidad a unas estructuras administrativas anquilosadas. Frente a ello se planteaban diversas alternativas, algunas de las cuales muy concretas.

La primera, referente a la naturaleza del empleo público, sugiriendo como herramienta de flexibilización el potenciar la heterogeneidad y la naturaleza laboral en sectores de empleo hoy de naturaleza administrativa o estatutaria. Una segunda referente a la arquitectura institucional,  sugiriendo como herramienta de flexibilización el romper la monolítica estructura de Administración centralizada tradicional con nuevas fórmulas de organización (agencias y empresas públicas) más descentralizadas y que pudieran servirse de instrumentos alternativos del derecho privado. Por último, la tercera propuesta de situar una renovada cultura centrada en la orientación a resultados implicaba cambios en los sistemas de control, haciéndolos de forma más inteligente para que supusieran menos costes sin menoscabar garantías y legalidad.

Lo que se propone va justamente en la dirección contraria de lo que parecía ser el consenso reformista: función pública uniformada de naturaleza administrativista, supresión de estructuras descentralizadas, congelación de toda innovación organizativa, mayor centralización y control previo, burocracia, mayor homogeidad; en definitiva, mayor simpleza en afrontar la realidad compleja de nuestras Administraciones.

Como dice el profesor Longo, menos de lo mismo. Y parecía difícil.




1 comentario:

  1. Considero que tu articulo podria complementarse desarrollando una propuesta de renovacion en la provisión del cuerpo politico, de su composicion, ambito de no ingerencia (si lo hay), etc, etc. Agradeceria tu opinion al respecto

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