Empieza el nuevo año y con él llega el momento de retomar la actividad en esta bitácora y en la blogosfera pública. Todos los días estamos oyendo de reformas: la laboral, las pensiones, la del sector financiero, etc. Pero está pasando de puntillas una reforma que afecta a un servicio público fundamental: la modernización de la Administración de Justicia.
No es la primera vez que se está implantando una estrategia de modernización de la justicia. No vamos muy lejos. En el año 2001, gobierno (PP) y oposición (PSOE) firmaron un Pacto por la Justicia que incluía un ambicioso plan de iniciativas, algunas de las cuales acabaron poniéndose en marcha (cambios legislativos principalmente). Pero el pacto quedó en papel mojado y llegó el cambio de gobierno. Un nuevo gobierno que mantuvo y hoy todavía manteniene un buen nivel de asignación presupuestaria. Finalmente la política pública de reforma se formalizó en la Estrategia de Modernización de la Justicia 2009-2012 de la que hemos hablado en este blog en varias ocasiones .
Lo cierto es que el cambio se está produciendo a nivel de organización judicial (nueva oficina) o en la implantación de infraestructuras y soluciones tecnológicas integradas (p.ej. oficina sin papel), cambios legislativos (leyes procesales), etc.. Aunque me temo que no será suficiente: el verdadero reto es cambiar la cultura de colectivos muy diversos, con fuerte identidad, y una forma de hacer las cosas "de muchos años". Y esto no es fácil: de poco servirán los enormes esfuerzos e inversión si al final el funcionario de turno acaba por imprimir el papelito para meterlo en su expediente.
Estas y otras cuestiones que queráis plantear por este canal abordaremos en una cena-coloquio que desde el Club de Dirección Pública de ESADE hemos organizado en Madrid con el ministro de justicia Francisco Caamaño el próximo 20 de enero.
Un reto complicado este de reformar la justicia, pero necesario.
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