El pasado viernes el Consejo de Ministros aprobó varias medidas interesantes en materia de empleo público: la creación del Observatorio del Empleo Público, la eliminación de casi un centenar de subdirecciones generales y la reducción del máximo de vacantes en los organismos de la AGE.
En relación a la primera mejor esperar a que sea público el decreto para emitir una valoración; la composición y funcionamiento del observatorio en gran medida nos va a dar una idea sobre cómo se pueden desarrollar sus trabajos en el futuro. En cuanto a la eliminación de subdirecciones generales, aunque en muchos casos necesaria (es el caso de muchas de las "adjuntas"), es más propagandística que efectiva: el ahorro va a ser infinitesimal.
Sin embargo sí podemos echar un vistazo a lo que va a suponer la aplicación de la reducción del cupo de vacantes (del 8 al 5%) en las relaciones de puestos de trabajo (RPT) de las estructuras de la AGE. La existencia de vacantes en la plantilla de cualquier organismo supone una peligrosa amenaza para la contención de la masa salarial del mismo. Las vacantes suponen la existencia de dichos puestos en la estructura, la consideración del consiguiente crédito presupuestario y la posible activación del mismo a través de interinidades, comisiones de servicio, desplazamientos u otras situaciones administrativas. Todo ello supone un incremento de la masa salarial y la consolidación en el tiempo de situaciones teóricamente provisionales que, cuando se pretenden deshacer, acaban judicializadas: en muchos casos con sentencias de declaración de fijeza a favor del trabajador y en contra de la Administración que (en el caso de interinidades o eventualidades) acaba por incorporar a su plantilla un efectivo que consideraba eventual.
La existencia de vacantes hay que limitarla al mímino vía amortización o supresión de las mismas. Por ello esta medida del Gobierno así de primeras es positiva y supondrá un ahorro estructural.
Ahora bien, ¿qué vacantes se van a suprimir? Entiendo que lo que aplica es la supresión de puestos de bajo valor añadido (niveles inferiores) muchos de ellos sin sentido en la actualidad. Aquellos que no puedan tener acceso a una RPT pueden echar un vistazo a cualquier concurso-oposición de los que salen en el BOE y descubrirán que muchos de ellos incomprensiblemente a día de hoy se están cubriendo (incluso con personal que es muy útil en su puesto de origen como los carteros de Correos).
No obstante esto no será fácil. Seguramente no todos los esfuerzos de supresión se producirán en puestos de tipo administrativo, auxiliar o subalterno y en algunos casos será necesario (en otros habrá presiones) replantearse la existencia de ciertas jefaturas de sección o incluso de servicio.
Esperemos pues, pero hay un precedente que siembra dudas: la limitación del 10% de la tasa de reposición y la congelación de la OEP en principio positiva tenía un lado oscuro: ha supuesto la casi total inexistencia de nuevas plazas en empleos públicos de más alta cualificación. Y eso no va en la línea de lo que la Administración pública va a necesitar en el futuro.
No deja de ser gracioso. Eliminamos subdirecciones, bajamos el sueldo a los funcionarios, sacamos dinero de debajo de las piedras... para crear un (presuntamente) inútil Observatorio más. ¿Qué está de moda ahora? El empleo. Ah, guay: Observatonto del Empleo al canto. Nuevos puestos a dedo, nuevas estadísticas manipuladas, más gasto y más chorradas.
ResponderEliminarLamadrequelosparió.