La gallina de los huevos de oro de la CPP
Hace unos días publicábamos en esta bitácora unas notas sobre colaboración público-privada (CPP). En ellas sintetizábamos el concepto, describíamos las diferentes modalidades y hablábamos de luces y sombras.
Si recordáis uno de los riesgos que indicábamos es cuando los responsables políticos piensan en las CPP como la gallina de los huevos de oro que todo lo resuelve. El peligro real de este error en la percepción tiene lugar cuando dichos responsables, para aliviar problemas complejos inherentes al manejo de recursos públicos, toman el atajo de las CPP sin pensar primero si el objetivo final perseguido (resultados en términos de valor público) se logrará de mejor manera recurriendo a las CPP. Dos problemáticas concretas: la plasmación de los proyectos en las cuentas públicas y la siempre incómoda gestión de personas.
Echemos mano de dos ejemplos para ilustrar esta reflexión. Ambos tienen lugar en el ámbito de las infraestructuras. Como sabéis el ministerio de Fomento ha dedicido cancelar 32 obras de las que algunas de ellas volverán a contratarse utilizando fórmulas de CPP. La pregunta que habría que realizarse es si dicha operación es la más ventajosa en términos de calidad en la ejecución , plazos y costes asociados (considerados éstos de forma global a la duración del contrato de CPP), sumando además los costes de cancelación, así como el coste de reiniciar una obra abandonada durante un tiempo. En caso de que la respuesta fuera afirmativa adelante, pero si lo que se busca es un atajo para sacar fuera del presupuesto este tipo de gastos, independientemente de todo lo demás la cosa cambia.
Algo parecido sucede en el caso de la navegación aérea, de nuevo en el ámbito competencial de Fomento. Justo cuando la crisis es más virulenta salta a la palestra un conflicto laboral con los controladores aéreos, acusados de ser unos privilegiados en el difícil contexto que viven millones de españoles. Sin ánimo de justificación hay que recordar que la situación de los controladores no es nueva: diferentes responsables políticos han pasado por el ministerio y AENA y han tolerado (e incluso agravado) una situación laboral insostenible en cuanto a horas trabajadas, dimensionamiento de plantilla y en definitiva costes de navegación. En definitiva, un conflicto nada fácil que admite diferentes interpretaciones donde estos empleados públicos aparecen como los malos-muy malos de la película. ¿La solución? ¿Externalizar parte del servicio de navegación aérea? De nuevo la respuesta sigue una misma lógica: si dicha externalización va a proporcionar un servicio que garantice la seguridad aérea y proporcione elevados estándares a un coste más limitado perfecto. Pero ¿es ese el motivo real? ¿Hay capacidad técnica de control de esos proveedores privados? ¿Cómo se va a verificar que cumplen con los requerimientos del contrato? ¿Qué ocurrirá si hay un accidente? Me temo que aquí el problema es más enrevesado: la CPP como atajo a un conflicto laboral que no se sabe, no se quiere o no se puede solucionar de una forma más o menos razonable. O si ese conflicto se ha azuzado para justificar una solución (la CPP) ya tomada de antemano por otro tipo de intereses. Quién sabe.
3 comentarios:
Interesante reflexión. A veces se crean instrumentos con un propósito determinado y terminan utilizándose para cosas insospechadas en el momento de su creación.
Cuando hay que resolver problemas que requieren intervención urgente se echa mano de lo primero que se pilla. Por ejemplo: la amortización de las plazas por jubilación del titular, con independencia de que sus funciones sean o no necesarias para la organización.
Y es que más veces de las deseables se hace lo que se puede, en lugar de lo que se debe.
Que disfrutes de las vacaciones, Oscar, si es que vas a cogerlas ahora ;-)
Pues yo esto de las CPP me pareció una buena idea hasta que leí el siguiente artículo, conteniendo una de esas best-practices de la OECD que tanto nos gustan
http://www.oecdobserver.org/news/fullstory.php/aid/3228/Public-private_partnerships.html
Para el que no tenga tiempo, básicamente lo que propone es que como esto de las CPP está muy bien pero los operadores económicos no tienen finaciación, han de ser los poderes públicos los que den finaciaciones a bajo interés al que propone la CPP.
Creo que sobran más comentarios a la feliz idea. Acabamos de inventar el negocio privado sin riesgos, seguro que a Diaz Ferrán le pone la idea.
@iñaki ortiz Sí, o aplicar la receta mágica encontrada en cualquiera de los casos sin pararse a encontrar los matices de cada uno de ellos. Sería lo que comentas de las amortizaciones de plazas. Respecto a las vacaciones en unos días voy para tu tierra con mi familia, ya sabes como todos los años. Espero descansar y romper unas semanas....
@apunteselectronicos La financiación de los PPP es uno de los grandes problemas que presentan y más con la que está cayendo. Pero no de todos, princpalmente los del tipo Project Finance que son los que cita el artículo. No me extraña que en las circunstancias financieras actuales y con los riesgos de demanda disparados sea la parte pública la que asume mayores riesgos, aunque quizá de forma "temporal y reversible" como indica el artículo. La parte privada en definitiva aceptará la alianza si la ecuación riesgo-beneficio le conviene. Esta es la pega que siempre ponen para estas alianzas y es donde suele estar otro de los puntos claves. Por eso no tengo tan claro que se den ahora las circunstancias para que tengan éxito los PPP en infraestructuras que propone el ministro Blanco . Por otra parte interesante me parece la unidad PPP que menciona el artículo como órgano transversal de asesoramiento y apoyo para los PPP en una Administración.
En resumen es una fórmula innovadora con la que hay que contar, compleja y muy diversa, pero que tiene luces y sombras. No nos engañemos.
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