El pasado jueves 15 de octubre celebramos en ESADE Madrid la primera actividad de este curso académico dentro del marco del Club de Dirección Pública. Aprovechando la coyuntura planteamos un debate sobre el papel del sector público antes, durante y después de la crisis económica y financera que nos azota. Para ello juntamos en la mesa a dos pesos pesados: Luis de Guindos, ex-secretario de Estado de Economía con Rodrigo Rato (hoy sonando como presidenciable para Cajamadrid), y Ernesto Ekaizer, periodista y analista económico con más de 30 años de trayectoria en los medios de comunicación más importantes de nuestro país como El País, Público o Actualidad Económica.
Aunque ciertamente el tema era muy amplio y difícil de condensar en la hora y media que duran estos actos la verdad es que no defraudó a un auditorio repleto.
Historias de una crisis
El profesor Mena, que vino expresamente de Barcelona, aliñó con unas gotas de su característico humor su intervención, que centró en una visión histórica de las principales crisis económicas que se han vivido a lo largo del último siglo y las diferentes ideas que se plantearon para hacerles frente. Ahora se ha producido “una auténtica hecatombe que ha derivado en una situación en la que tenemos que plantearnos qué es lo que tenemos que reformar y hacerlo sin equivocarnos. Es algo que no se ha repetido exactamente respecto a las crisis anteriores".. La política de nuestro sector público ha sido “hágase lo que se deba, aunque se deba lo que se haga. Hemos pasado de un 2 % de superávit a un déficit de un 10-12 %. Y la deuda pública, que estaba en el 38 % del PIB, supone ya cerca de un 60 %, y se apunta que podríamos llegar hasta el 120 %. La banca está financiando el sector público, no a personas y empresas, y es el sector público el que sigue aumentando el endeudamiento de la economía española con el resto del mundo".
Dos formas de ver las causas
Luis de Guindos comenzó señalando que “en economía, a veces, las cosas no son lo que parecen y no conocemos las consecuencias de las políticas que se han puesto en marcha para salir de la crisis". Esta es, sin duda -afirmó- “la peor crisis desde la Gran Depresión y tiene muchas reminiscencias con ella. Pero sobre todo tiene un aspecto común, y es que su origen es bancario". Pero se preguntó «¿qué es lo que ha originado esta crisis? ¿Los banqueros, las agencias de renting, el fallo de la regulación? Es relativamente simple: los tipos de interés han estado demasiado bajos durante demasiado tiempo. Y, cuando eso ocurre, pasan varias cosas: surge el apalancamiento financiero, aparecen las "burbujas" y lo realmente fundamental: hay una minusvalorización del riesgo».
Para Ernesto Ekaizer, “es muy importante reflexionar sobre una cuestión: ¿En qué puntos esta crisis difiere de las anteriores recesiones? Ésta no es una recesión clásica, es una recesión de balances, donde familias, empresas y bancos superendeudados necesitan quitarse deuda, desapalancarse. Y éste es un proceso muy prolongado." Según Ekaizer el sector pública ha tomado ("tenía que hacerlo") el relevo del sector privado como motor de la economía. El problema es que un planteamiento a priori correcto puede acabar en un problema: " la economía se recupera a golpe de subsidio. ¿Qué pasará cuando acaben los estímulos?"
La realidad española
Desde el punto de vista de Luis de Guindos, “España tiene tres desequilibrios fundamentales que de por sí hubieran llevado a un ajuste suave de la economía, pero que, en combinación con la crisis internacional, han dado lugar a un ajuste enormemente complejo y que puede dilatarse en el tiempo". Esos desequilibrios son el enorme endeudamiento del sector privado; el reajuste pendiente en el precio de la vivienda y nuestra menor competitividad frente a otros países. “Todo ello, en combinación con una brutal restricción del crédito, da lugar a la mayor recesión de la economía española".
La crisis, en España, se pone de manifiesto de tres formas, señaló De Guindos: “hay una crisis laboral, ya que el paro ha crecido mucho más que en otros países de la OCDE; hay una crisis presupuestaria, ya que el ajuste está siendo brutal, y una crisis bancaria, no tanto de morosidad como de estrechamiento de márgenes".También afirmó que “esta crisis nos pilla sin un instrumento importante de política económica: la devaluación, que ha sido, tradicionalmente, el instrumento a través del cual se hacían los ajustes en España. Además, se está retrasando el ajuste bancario. A nivel presupuestario, España tiene que entrar en déficit público, pero sin arriesgar la sostenibilidad de las finanzas públicas".
Ernesto Ekaizer cree que "el gobierno de Zapatero tenía un plan -probablemente calculando que la crisis iba a ser más corta de lo que va a serlo-, que era aportar una serie de estímulos a la economía y luego abordar el déficit; algo imposible, porque la magnitud de las cifras se escapa de todo tipo de control. El déficit fiscal es un tema con el que vamos a tener que coexistir. Mi discrepancia con el gobierno es que introduce, en el contexto de una política de estímulos, una política de reducción del déficit fiscal"."Los estímulos no están bien orientados -continuó-. Quien piense que de esta crisis se sale con crecimiento económico está equivocado: como mucho, será una situación inestable. Además, esta crisis destapa una serie de problemas históricos camuflados de la economía española en comparación con las otras grandes economías del mundo".
La profundidad del tema y los distintos ángulos desde los que puede analizarse, así como las posibles soluciones a corto y medio plazo, hicieron que la crisis y el papel del Estado centraran la mayoría de las conversaciones durante la copa de vino español que compartieron los asistentes y los ponentes después de la mesa redonda.
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