"El que manda, manda y si no tiene razón, manda". Lo dice Félix Serrano en su comentario a nuestro post "Los frenos a la innovación en el ámbito público". Este estilo de dirección desgraciadamente no es raro verlo en el sector público: personas que, haciéndose fuertes en su cargo, sus trienios o amistades se creen dueños del conocimiento absoluto y desprecian la iniciativa o puntos diferentes de sus subordinados. Se trata de liderazgos dogmáticos o autoritarios que suelen rodearse de mediocres y pelotas profesionales.
Iñaki Ortiz sigue abanderando la iniciativa de los directivos públicos y es buen momento para comentar una conferencia en la que estuve el otro día titulada "Dirigir y Delegar" . Contrariamente a lo que muchos piensan los directivos que se sienten fuertes no son los dogmáticos sino los que son capaces de rodearse de un buen equipo y practican el "hacer-hacer", ocupándose de mantener, dentro del equipo:
a) Coherencia: división del trabajo de forma que cada uno pueda trabajar autónomamente pero manteniendo una covergencia de objetivos. Diferenciar e integrar.
b) Cohesión: capacidad de funcionar como un sólo cuerpo, solidario y homogéneo.
Para ello hay una metodología (francesa, no anglosajona) llamada O.V.A.R. (objetivos, variables de acción y resultados) que se ha aplicado en ambos sectores público y privado de diversos países y que, superando la conocidísima D.P.O. (dirección por objetivos) sirve para aglutinar equipos de trabajo y favorecer el éxito en la dirección por delegación. No sé si la conoceréis pero os comento dos de sus aspectos más relevantes:
- Rol de cada miembro dentro del equipo: invitar a cada uno a pintar un organigrama y poner sus funciones y la de los demás para luego poner en común y contrastar.
- Objetivos y acciones para su consecución: misma sistemática, i.e. que cada miembro del equipo formule 3 ó 4 objetivos para un año (respetando los objetivos políticos o estratégicos), con una serie de acciones necesarias e identifique e indique los responsables directos de su consecución y los necesarios. Posteriormente poner en común y contrastar.
¿Os atrevéis? Los resultados pueden ser alucinantes !
Me gusta la metodología que nos presentas en este post. Es bueno facilitar la participación de las personas. Creo que se pueden conseguir mejores estrategias y, además, las personas se sienten más involucradas en el proyecto de la organización. Y esto es fundamental.
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