jueves, 22 de diciembre de 2011

La incómoda presencia de AAPP en Hacienda


Los cambios de gobierno suelen traer aire fresco a la res pública. Todo lo nuevo (nombres, estructuras, discursos, e intenciones) despierta inicialmente el tirón y la ilusión en que los problemas públicos latentes acaben -si no resueltos- sí al menos enfocados de otra manera para una más pronta resolución.

Como sabéis ayer tomó posesión el nuevo presidente del gobierno Mariano Rajoy. Centrándonos en la temática de este blog -el sector público- su discurso de investidura estuvo repleto de alusiones a la reforma de las AAPP como uno de los ejes prioritarios de su agenda. Casi todas ellas relativas a medidas que parecen tener más que ver con el cortoplacismo del ajuste presupuestario que con la visión a largo de dotar a este país de una Administración pública moderna y eficaz , equiparable a la de países más avanzados como por ejemplo los nórdicos.

Quizá la intención de unir Hacienda y Administraciones Públicas sea porque los esfuerzos de futuro en el ámbito de reforma administrativa se vayan a centrar únicamente en el control presupuestario dejándose a un lado otros aspectos transcendentales como el avance de la Administración electrónica, el desarrollo del Estatuto del Empleado Público, la implantación de la dirección pública profesional, la reforma organizativa o ya fuera de este ámbito la vertiente más política de las relaciones entre diferentes niveles territoriales que llevaba a cabo la Secretaría de Estado de Política Territorial.

Ojalá no sea así y los esfuerzos reformistas anunciados por el nuevo presidente lo sean realmente, pero en el sentido de que supongan un fuerte torrente innovador en el funcionamiento de nuestras Administraciones. Una reforma de fondo más allá de simples medidas de recorte presupuestario que acaben llevando a justamente lo contrario, al debilitamiento del sector público que a largo plazo desencadene un desmembramiento de nuestra sociedad.

2 comentarios:

  1. En mi opinión, lo único que importa ahora mismo a los políticos es cuadrar los presupuestos y, para conseguirlo, tendrán pocos reparos en recortar salarios, derechos y lo que haga falta. Conozco casos (que serán cada vez más frecuentes, por desgracia) en los que han echado a todos los interinos sin pararse ni un segundo a pensar como quedarían los servicios que ofrece la institución sin estos profesionales. La crisis es la excusa perfecta para que hagan lo que siempre han querido hacer, pero con una opinión pública más favorable hacia estas medidas. Aunque no dudo que algunas medidas y recortes nos los querrán vender como «modernización, eficiencia y racionalización de la adminsitración»

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  2. http://www.expansion.com/2012/01/19/funcion-publica/1326975928.html

    Recomiendo este enlace.

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