jueves, 15 de julio de 2010

Observatorio del empleo público y distorsión burocrática


Hace unos días me refería a las nuevas medidas que el Gobierno había tomado en relación al empleo público entre las que se encontraba la creación del Observatorio de Empleo Público. Me remitía a la publicación en el BOE del RD para, conociendo los detalles de composición y funcionamiento del mismo, emitir una opinión más fundamentada.


Pues bien, ayer se publicó el citado RD y es el momento. Recordemos que el Observatorio del Empleo Público era uno de los puntos del Acuerdo Gobierno-Sindicatos de la Función Pública en el marco del diálogo social 2010-12, acuerdo que como recordaréis el Gobierno (aunque lo niegue) hizo saltar en pedazos al incumplir los compromisos retributivos que del mismo se derivaban, sin negociación previa, vía decreto-ley y afectando sólo a una parte de los empleados públicos (los funcionarios).


Una observación previa: los que redactan estos textos deberían hacerlo con más rigor y seriedad. Como cualquier texto normativo, el RD comienza con una exposición de motivos plagada de frases bien-queda, que no sirven más que para adornar, y que podrían redactarse de otra manera, al menos en estos temas de gestión de personas para no soliviantar más a unos empleados públicos cuyos ánimos ya de por sí andan bastante alterados. ¿Qué os parece? En cualquier proceso de modernización de las Administraciones públicas paraece indiscutible partir de la consideracón de que las personas son la clave del funcionamiento de las organizaciones públicas. Por ello la mejor inversión que se puede hacer en ellas es la inversión en conocimiento para realizar una adecuada selección y mejora de la formación de los recursos humanos, optimizando la cualificación y productividad de los empleados públicos.........


Las intenciones están muy bien como también lo están las funciones que, tal y como se describen en el artículo 3, entran de lleno en los grandes problemas del empleo público y que desde este blog venimos denunciando: evaluación del tipo de empleo necesario, necesidad de profesionales, incorporación de categorías profesionales, dimensionamiento de plantillas por sectores, análisis de qué debe hacerse con medios propios y qué se puede externalizar, etc...


Hasta aquí perfecto. Pero los años me hacen tener algunas dudas: ya en septiembre del año pasado indicaba que Por supuesto dicho observatorio funcionará siguiendo estrictamente los "usos y costumbres habituales" . Y efectivamente en cuando a su composición y funcionamiento el RD desprende los preocupantes síntomas que acaban convirtiendo este tipo de organismos en inoperantes:


  1. Es un órgano consultivo: es decir, emitirá informes, opinará y sugerirá pero ahí podría quedar la cosa. Será el gobierno de turno quien tendrá que tomar decisioneso y eso veremos. Sería de agradecer un poder más vinculante.

  2. Es un órgano colegiado de caracter interministerial: es decir de nuevo otro de estos grandes grupos de trabajo donde los distintos representantes acaban actuando en función de sus intereses particulares y del poder relativo de sus departamentos.

  3. Es un órgano cerrado y endogámico, formado únicamente por representantes de las Administraciones y (excepción) los sindicatos. Seguimos igual, no entiendo por qué no se incorporan personas cualificadas externas (expertos en gestión de personas, catedráticos, etc.) que puedan aportar visiones diferentes.


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