Closed government, políticos y lobbies
Durante las últimas semanas hemos podido comprobar cómo la realidad de la cosa pública queda todavía a años luz de muchas de las reflexiones que hacemos en la blogosfera pública y otros eventos relacionados.
El revuelo que se ha montado con el pretendido control administrativo de las páginas de descarga por internet ha sido colosal. De hecho es casi de lo único que se está hablando en un proyecto de ley tan importante como el de Economía Sostenible.
No voy a entrar en este debate aunque desde luego me solidarizo con el sentir mayoritario de la red. Lo que sí me gustaría destacar es el nuevo ejercicio de closed-government que ha rodeado la formulación de esta propuesta legislativa por parte del gobierno. Closed porque no se ha abierto un periodo de escucha y diálogo antes de formularla, porque no se ha explicado bien y porque las rectificaciones han sido atropelladas y descoordinadas.
No obstante, no nos debería sorprender. Se ha seguido la tónica habitual en este país cuando se formulan iniciativas políticas. Pensar lo contrario es engañarse. Los partidos escuchan poco a los ciudadanos (sean cuales sean sus modos de expresión) a la hora de elaborar propuestas y tomar decisiones. Actúan en base a sus muy particulares dinámicas internas y atienden principalmente a las presiones de lobbies y otros grupos de poder organizados. Esta es la realidad. Únicamente en caso de una reacción social destacable como la que ha ocurrido en la red los últimos días se producen las rectificaciones. Algunos pueden decir que dichas rectificaciones son productos de la escucha y el despliegue de un talante abierto en el ejercicio del gobierno. ¡Hasta ahí podíamos llegar! ¿No?
La realidad por tanto es que en nuestro sistema político actúan organizaciones graníticas como son los partidos, medios de comunicación tradicionales adictos a unos u otros y grupos de interés con poder económico que ejercen su influencia. Un coctail explosivo para la idea de open-government, entendido éste en el sentido político, no administrativo. Ese es "el sistema", y no veo a nadie de esta fauna política con el más mínimo interés por cambiarlo.
Sólo abriendo los ojos, reconociendo que esto es lo que de verdad ocurre y con mucho activismo social y ciudadano podrá empezar a cambiar algo dentro de unos cuantos años.
1 comentario:
... y nos abren una web sin espacio para opinar aunque sea a posteriori http://www.economiasostenible.gob.es/
Publicar un comentario