Desde La Moncloa se animan a twittear

Presidencia del Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Comunicación, ha lanzado un nuevo canal twitter: @desdelamoncloa . El éxito inicial, aunque evidente (en muy pocas horas ha superado los 1000 followers), no sorprende demasiado: estamos tan escasos de iniciativas dospuntoceristas en el Gobierno y la Administración centrales que cualquier noticia en este sentido es foco de un importante número de comentarios, twitts, referencias, etc. Pero no nos engañemos: el gobierno de Zapatero (retóricas clásicas aparte de interés en la transparencia, participación, etc. ) nunca ha manifestado solemnemente un compromiso prioritario con el gobierno abierto (como, por el contrario, sí ha hecho Obama): ni en el programa electoral, ni en el discurso de investidura, ni en forma de declaración, etc. Es decir, esta iniciativa (como otras) no me parece que responda a una estrategia consciente y elaborada para desplegar un forma de gobernar y ejecutar las políticas públicas basada en los principios del open government. Por el contrario, una más de un conjunto de iniciativas aisladas, desde puntos muy concretos del gobierno / Administración que pretenden incorporar las nuevas herramientas a las tradicionales pautas de actuación.

En este caso que nos ocupa, alguien en la Secretaría de Estado de Comunicación, por ejemplo, habría podido pensar en complementar las notas de prensa de siempre con twitts al observar cómo otros gobiernos utilizan el canal twitter para dar visibillidad a sus actuaciones (aquí y aquí). En ese sentido, la actividad del primer día muestra un flujo de información de salida mucho más intenso que, por ejemplo, el canal de la Casa Blanca. Este número de twitts elevado podría ser interpretado como un incómodo spam llegando a cansar a algunos de sus followers. Por el contrario, me parece positivo constatar que la cuenta oficial, al menos el primer día, aparenta tener vida e interactúa con su audiencia, no ofreciendo el aspecto del típico canal unilateral.

Demos un poco más de tiempo y veamos si esta iniciativa evoluciona favorablemente pudiendo incluso hasta llegar a contagiar a otras áreas del gobierno / Administración central. Ya sabéis: los cambios no tienen por qué venir siempre de arriba a abajo; muchas veces empiezan y acaban extendiéndose. Ojalá en este caso sea así.