lunes, 26 de mayo de 2008

Cara de póquer frente al 2.0


Las tecnologías 2.0 no me resultan indiferentes: a la vez que fascinantes, tienen un punto de "enigmáticas". Entre comillas porque por mucho que se haya escrito hasta el momento (¡¡ y lo que queda !!) creo que todavía no somos conscientes de su elevado potencial como palancas transformadoras en todos los ámbitos: sociales, económicos, políticos, etc. Algunos "gurús" llevan ya tiempo avanzando lo que va ocurriendo y lo que puede venir; otros, lo practicamos casi a diario. Y muchos lo irán comprobando sobre la marcha. Hay mucho por descubrir. No obstante, un segmento importante de la población quedará al margen (ya lo está con la web 1.0) y eso también es materia de reflexión porque desgraciadamente las brechas tienden a agrandarse.

La blogosfera pública es un ejemplo perfecto del potencial de una de las herramientas 2.0 (los blogs) para fomentar la conversación, el conocimiento y las relaciones profesionales. Y aplicado a lo público lo considero mayor revolución todavía, porque tenemos que reconocer que los que aquí aparecemos (políticos, empleados públicos, consultores, ciudadanos, curiosos en general) somos una especie de aventureros un poco "frikis" , una minoría en el sector público. Aunque eso sí, con una voz que se va oyendo cada vez más fuerte y en más sitios.

Prácticamente todos los que participamos en esto tenemos una actividad real y una actividad virtual vinculadas al sector público. Si la lógica sería que la vida pública real y la virtual cada vez estuvieran más cerca (por la modernización administrativa), día a día voy percibiendo que las diferencias (por lo menos en mi ámbito) no se acaban de acortar. La mayoría de compañeros (hablamos a niveles administrativos altos) que trabajan en lo público son desconocedores de la tecnología 2.0. La buena práctica sigue instalada en la comodidad del papel; las mismas herramientas básicas de gestión (a veces ni eso !); reuniones-comisiones-grupos de trabajo presenciales con informes inacabables; o el trabajo compartimentalizado. Tecnología 2.0 no sólo suena a chino sino que es algo deja indiferente, como que "a mí no me va a tocar" gente rara de otro planeta (que a mí no me va a tocar). Hay poca inquietud en descubrir este mundillo.

Luego uno accede al lector de feeds. Entramos en otro mundo: el de los blogs, wikis, podcasting, redes sociales, mashups, widgets, gadgets, etc... y encuentra posts como el de Iñaki Ortiz sobre "Uso de tecnologías 2.0 en la Administración pública: ejemplos cercanos". Magnífica idea el rellenar la tabla con ejemplos prácticos de utilización 2.0 en lo público. Aparecen pero no de forma inmediata, hay que pararse y recordar un poco. Y es que en el mundo real, al que estamos acostumbrados y en el que pasamos gran parte del día, no abundan (de momento).

Le contaré a mis compañeros y volverán a poner cada de póquer. ¡Es lo que hay!

4 comentarios:

  1. Esto es así en la Administración y en la empresa. La verdadera brecha digital está en las personas con verdadero poder, que no perciben ninguna ventaja en las redes, donde pierden capacidad de control.

    Genís Roca es una de las personas que está haciendo un gran esfuerzo por conseguir que avancemos todos a una, aunque eso suponga quedarnos de momento en un estadio "1.5".

    Uno de sus consejos es que adaptemos el lenguaje. Es difícil convencer de que alguien que no esté en la web 2.0 abra un wiki, pero podemos hablar de "un repositorio de conocimiento colaborativo", y quizá cuele.

    En fin, seguiremos insistiendo, ¿verdad?

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  2. Oscar, comparto tu percepción, en la enorme distancia que separa lo que los "cuatro chalados" debatimos en la blogosfera pública y la realidad que palpamos día a día.

    Alorza, siempre dando ideas. Una fuerza de la naturaleza.

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  3. ¡Cuánta razón tienes Óscar!
    Sí, estamos anclados en el papel, en las reuniones interminables donde se habla de todo menos de lo que realmente interesa, donde reparten decenas de folios que luego van a la basura ...

    Con lo fácil que sería todo mediante la utilización del 2.0 y cuánto tiempo y recursos naturales ahorraríamos. Pero ¿cómo hacemos para que los políticos lo entiendan?

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  4. Acabo de publicar un post en mi blog valorando también la realidad del e-gov 2.0 y tiendo a ser pesimista; no sólo por la falta de audacia política, sino porque aún estamos lejos de que las herramientas 2.0 (con todas sus posibilidades también en la mejora de la provisión de servicios públios) sean generalizables. Y, sobre todo, me preocuparía que avanzáramos demasiado en esa dirección si la sociedad no avanza al mismo tiempo, porque corremos el riesgo de crear élites 2.0.

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