Al hilo de la creación de la Innobasque comentada en uno de los últimos posts de Alorza y continuando con el debate sobre innovación se me ocurría (aunque no hablemos exactamente de lo mismo) que es posible (no lo sé) que haya tentaciones por parte de algún partido político de incluir en su programa electoral la creación de alguna unidad administrativa por la innovación.
No sería desde luego la primera vez. Es habitual en las prácticas políticas (con más o menos éxito) crear estructuras relacionadas directamente con un tema en candelero. Ahí están los casos de los Ministerios de Vivienda (hoy), Medio Ambiente (1996) o Ciencia y Tecnología (2000). Recordemos, por ejemplo, que hay una Dirección General para la Sociedad de la Información en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con la misión de promover en la sociedad el uso de nuevas tecnologías. También existe una Dirección General para la Modernización Administrativa en el MAP, dedicada principalmente a Administración electrónica.
En el tema concreto de la innovación ya hay algunas instituciones que han tomado la delantera: así tenemos la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía que cuenta con una Secretaría general de Innovación con la misión de "desarrollar una labor de planificación en materia de innovación, investigación y desarrollo tecnológico de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, así como de coordinación con las restantes Secretarías Generales en la ejecución y evaluación del Plan de Innovación y Modernización de Andalucía. Asimismo está trabajando en la prospección de tendencias e iniciativas en otros entornos o países, valorando su implantación en el territorio andaluz, y en la evaluación del sistema andaluz de innovación". Ejerce lo público un rol de "fomento" entre los distintos actores considerados.
Otro enfoque distinto es la creación de unidades administrativas que asuman ellas mismas la labor de "creación" o tengan por objeto promover la la innovación de forma transversal dentro de la organización. Se trataría de ubicar orgánicamente un conjunto de sesudos cerebros pensantes para conformar un laboratorio ideas hacia el exterior y el interior. Algunas empresas públicas han creado Direcciones de Innovación con este enfoque; con el mismo, alguien puede tener la tentación de crear la Agencia estatal por la Innovación, o ampliar las competencias de la AEVAL añadiéndole la "pata" de la innovación que quedaría muy bien. El problema aquí es que la innovación no se fabrica por el mero hecho de crear una unidad u otra; la innovación va más unida a "caos informal" del individuo que a la "formalidad burocrática" de los órganos administrativos, incluso aunque adquieran nuevas formas como puede ser la de agencia. Depende más de factores como las raíces profundas de la cultura organizativa y el entorno que de tenerla ubicada en el organigrama. Es más, una verdadera organización innovadora lo es en su "todo", siendo factor decisivo un liderazgo o conjunto de ellos que promuevan,valoren y premien ese espíritu de crear algo grande a base de pequeñas cosas.
No sería desde luego la primera vez. Es habitual en las prácticas políticas (con más o menos éxito) crear estructuras relacionadas directamente con un tema en candelero. Ahí están los casos de los Ministerios de Vivienda (hoy), Medio Ambiente (1996) o Ciencia y Tecnología (2000). Recordemos, por ejemplo, que hay una Dirección General para la Sociedad de la Información en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con la misión de promover en la sociedad el uso de nuevas tecnologías. También existe una Dirección General para la Modernización Administrativa en el MAP, dedicada principalmente a Administración electrónica.
En el tema concreto de la innovación ya hay algunas instituciones que han tomado la delantera: así tenemos la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía que cuenta con una Secretaría general de Innovación con la misión de "desarrollar una labor de planificación en materia de innovación, investigación y desarrollo tecnológico de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, así como de coordinación con las restantes Secretarías Generales en la ejecución y evaluación del Plan de Innovación y Modernización de Andalucía. Asimismo está trabajando en la prospección de tendencias e iniciativas en otros entornos o países, valorando su implantación en el territorio andaluz, y en la evaluación del sistema andaluz de innovación". Ejerce lo público un rol de "fomento" entre los distintos actores considerados.
Otro enfoque distinto es la creación de unidades administrativas que asuman ellas mismas la labor de "creación" o tengan por objeto promover la la innovación de forma transversal dentro de la organización. Se trataría de ubicar orgánicamente un conjunto de sesudos cerebros pensantes para conformar un laboratorio ideas hacia el exterior y el interior. Algunas empresas públicas han creado Direcciones de Innovación con este enfoque; con el mismo, alguien puede tener la tentación de crear la Agencia estatal por la Innovación, o ampliar las competencias de la AEVAL añadiéndole la "pata" de la innovación que quedaría muy bien. El problema aquí es que la innovación no se fabrica por el mero hecho de crear una unidad u otra; la innovación va más unida a "caos informal" del individuo que a la "formalidad burocrática" de los órganos administrativos, incluso aunque adquieran nuevas formas como puede ser la de agencia. Depende más de factores como las raíces profundas de la cultura organizativa y el entorno que de tenerla ubicada en el organigrama. Es más, una verdadera organización innovadora lo es en su "todo", siendo factor decisivo un liderazgo o conjunto de ellos que promuevan,valoren y premien ese espíritu de crear algo grande a base de pequeñas cosas.
Creo que ya sabes que estoy de acuerdo. En algún momento, hemos dicho que la Administración es una máquina que genera estructuras de poder por doquier, y tiende a congelar cualquier iniciativa en una unidad administrativa.
ResponderEliminarLa innovación es, tal como apuntas, una materia transversal que no conviene dejar en manos de un solo organismo. Otra cosa es que pueda haber acciones que ayuden a crear el contexto adecuado, y personas cuyas funciones sean de apoyo a la innovación. Pero siempre sin institucionalizar la innovación.
Al hilo de ampliar competencias para incluir la innovacion dentro de unidades... ya se esta haciendo, y a marchas forzadas.
ResponderEliminarEs como el organigrama de correos que incluyes como imagen: mismo perro, distinto collar (y conste que no lo digo por nadie) ;-)
Mas bien es una confusión linguistica la utilización de palabras sinónimas para expresar lo mismo pero de diferente forma. Modernización, innovación y creación. Modernizar es adaptar lo antigüo a los tiempos actuales. Innovar, es hacer algo nuevo, es conseguir lo mismo pero de manera diferente. Y crear es realizar lo nunca visto hasta entonces. Pero lo importante a mi humilde parecer es si son eficientes, necesarias, valores que aportan, etc. Todos los calificativos positivos imaginables.
ResponderEliminarInnovar por innovar parece absurdo. Mas bien se trata de justificarse.
Los cambios normalmente se producen por la necesidad. Y hay es donde se deben poner los cinco sentidos.