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reflexiones sobre administración pública inteligente

jueves, 29 de octubre de 2009

La e-administración y el dinosaurio jurídico


Acabo de leer un post muy interesante que escribe Andres Nin en su blog titulado Recetas contra la fatiga del Gobierno Electrónico . Es un tema que merece un punto de reflexión y creo que Andrés lo hace de una manera muy acertada.

Es curioso que la Administración electrónica viene exigiendo un importante esfuerzo en los últimos años a nivel presupuestario, legislativo, humano y tecnológico para adaptar las distintas estructuras administrativas y procedimientos al nuevo contexto digial y los resultados, sin embargo, son desiguales. Su utilización por los ciudadanos es todavía escasa a nivel cualitativo (número de ciudadanos que accede a la misma) y cualitativo (el tipo de transacciones electrónicas que se realizan con la Administración son simples, principalmente consulta de información y descarga de formularios). Además, por mucho que la LAECSP nos exija en términos de cumplimiento estaremos en enero del 2010 lejos de los resultados previstos, siendo el despliegue muy desigual en las distintas instancias administrativas. Por otra parte, queda un largo camino en lograr que los empleados públicos (sobre todo en organizaciones del tipo ayuntamientos o diputaciones) adquieran los niveles de formación, motivación y compromiso deseados.

Como dice Andrés (le copio):
  • La introducción de las TIC en las AAPP no han provocado la modernización esperada, en especial cuando no existía voluntad de modernización en quienes habían de ejercer el liderazgo del cambio.
  • La introducción de las TIC no ha supuesto hasta ahora un cambio de las estructuras jerárquicas de las AAPP por modelos de organización en red, más efectivos y planos
  • El uso de las TIC no ha sido asumido de modo homogeneo por todos los integrantes de las AAPP, y en ocasiones, como en toda empresa, sigue viéndose como un obstáculo al negocio.

¿Por qué ocurre todo esto? ¿Por qué al final todo está quedando en una simple "digitalización del caos" (Alorza dixit)?

Habría muchas razones para un debate seguro. Voy a apuntar una de ellas, no la única pero sí de las más importantes: la razón jurídica. No voy aquí a minusvalorar en absoluto la importancia del derecho y sus profesionales para el correcto funcionamiento de las instituciones públicas aunque por otra parte reconoceremos que cualquier formación (científica, legal, ingenieril, etc.) aporta unos determinados rasgos, pautas de actuación, razonamiento y enfoques de resolución de problemas. La formación legal no es una excepción y es por todos conocido que la mayoría de los políticos y los altos funcionarios son juristas. Esto tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Uno de ellos (en mi opinión) son los innmuerables tics y una cultura dominante dentro de las instituciones públicas que viene impregnada de elementos que caracterizan la cultura jurídica: confundir la finalidad (en este caso, los resultados de la actividad pública) con la herramienta (el derecho), pensar que con leyes y reglamentos se resuelven asuntos complejos, buscar los dosmilpies al gato para acabar parapetándose detrás de cualquier normativa con el único propósito de frenar lo que no interesa o mantener esquemas obsoletos de funcionamiento administrativo que se van retroalimentando en una espiral infinita.

Desde luego nos enfrentamos a un modelo cultural de siglos que es inmensamente fuerte, tanto que no sólo no evoluciona sino que es capaz de tumbar los más fuertes huracanes renovadores. La Administración electrónica parece que no va a ser una excepción (por ahora).

El dinosaurio administrativo y la nueva sociedad llevan ya tiempo alejándose. El riesgo es que acaben haciéndolo de forma irreversible.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a seguir con este Octubre florido. No menos acertada me parece tu reflexión. Lo del dinosaurio jurídico ciertamente pesa. El uso como escudo de la falta de un desarrollo reglamentario de X ley como escusa para no hacer algo lógico ya lo he oido en más de una ocasión. Cuando pones como contraejemplo el avance del uso de e-firma sin existencia de reglamento, te dicen aquello de "eso es que es una excepción" con cara de "es que se nos escapó".

Sonia dijo...

Me parece una reflexión de gran interés, que refleja el sentir de muchos los que, como yo, llevamos ya varios años trabajando con la administración para intentar llegar a algo que se parezca a la administración electrónica. A veces da la sensación que estamos "mareando la perdiz", complicando las cosas sobremanera por intentar que la red no desvirtúe la seguridad jurídica supuestamente inexpugnable que nuestra legislación administrativa ha alcanzado. Y lo peor es que se trata de algo que no se limita a la e-administración, sino que lo padezco en cualquier ámbito de intervención o mejora tecnológica en la que existen juristas de por medio.

Y que conste que soy jurista. Un bicho raro tal vez, pero jurista. A lo mejor por eso tengo otra perspectiva.

Para otra, lo de la gestión del cambio y la cultura organizativa. Otra guerra con (algunos) funcionarios para intentar llegar a buen puerto. Buf.

ocortes dijo...

@apunteselectronicos, @sonia Son las distorsiones que produce la perspectiva jurídica. Y que conste que aquí nadie cuestiona la necesidad de mantener el principio de legalidad así como que existen magníficos profesionales del derecho en la Administración que tienen una visión más amplia y se centran en buscar soluciones vía reinterpretando las normativas o proponiendo los cambios pertinentes. Tengo algunos en la cabeza....

Sonia dijo...

Sí, ahí estamos de acuerdo, y conste que me he encontrado con algunos. Lo que a mi juicio hace falta es flexibilidad, amplitud de miras, motivación y compromiso de los cargos superiores para implicar a todos. Vamos, que no es sólo cuestión de "enclaustramiento jurídico", sino más bien de ostracismo en el puesto. Lo del miedo al cambio del que tanto me gusta hablar...